viernes, 8 de septiembre de 2017

Pimientos italianos rellenos de jamón y queso


En esta época de finales del verano y principios del otoño la huerta nos ofrece frutos en abundancia, y por eso estos días estoy muy atareada preparando conservas para aprovechar los excedentes y surtir la despensa de cara al invierno: fritada de tomate, mermelada de tomate, tomate frito, pisto, conserva de judías troceadas, conserva de cebolla caramelizada, de pimientos asados..., en fin, que estoy entretenida.

Aparte de las conservas algunos productos como la coliflor y el brécol los escaldo y luego los pongo a enfriar y los congelo. Es mucho trabajo, lo sé, pero luego  poder consumir a lo largo del año esos productos que hemos visto crecer día a día en la huerta que con tanto mimo hemos cuidado durante la primavera y el verano, es algo que me produce una satisfacción inmensa.

Bien, pues en medio de todo este jaleo, la semana pasada se presenta en casa la madre de mis primos Vanesa y Toni con una bolsa grande llena de pimientos italianos (en mi huerta sólo puse los de Padrón), y claro, había que darles salida antes de que se estropearan, y una de las formas que escogí para prepararlos fue rellenarlos de jamón y queso. No era la primera vez que preparaba esta receta, y sin duda no será la última, porque es muy sencilla y muy rápida que era lo que pretendía, y el resultado es muy satisfactorio. Os cuento cómo los preparo yo por si os animáis.

Ingredientes (para 4 personas)

-8 pimientos italianos
-8 lonchas de jamón (sirve jamón york, cocido, curado, braseado, o incluso baicon, lo que prefiráis)
-8 lonchas del queso (el que más os guste)
-aceite de oliva virgen extra
-sal

Preparación:

En primer lugar lavamos bien los pimientos bajo el grifo, seguidamente cortamos la parte del tallo, retiramos las pepitas, y después los secamos con papel de cocina.

Aparte ponemos  una sartén al fuego con aceite de oliva virgen extra hasta que cubra la base y cuando el aceite esté caliente freímos en él los pimientos. Cuando veamos que  están bien fritos por los dos lados, los retiramos a una bandeja, esparcimos un poco de sal por encima y los dejamos enfriar.
Mientras los pimientos enfrían, vamos preparando el relleno, para ello colocamos una loncha de jamón y encima de ella ponemos una de queso. Enrollamos y después introducimos cada rollito de estos en el interior de los pimientos. Por último o bien los llevamos al horno unos diez minutos aproximadamente para que el queso se derrita y se mezclen bien los sabores, o sino los ponemos al fuego en una plancha (sin nada de aceite porque ya tienen suficiente de la fritura) durante un par de minutos por cada lado.

Esta receta existe también la posibilidad de prepararla de otra forma ligeramente distinta, consistiría en rellenar los pimientos en crudo (para ello tenéis que utilizar pimientos que tengan una forma regular sino es imposible introducir en su interior el relleno), luego colocarlos en una fuente de horno, echar un chorro de aceite de oliva por encima, salar ligeramente y hornearlos hasta que veamos que están hechos.

A la hora de servirlos los podemos acompañar por ejemplo de una  base de tomate frito casero  y si añadís un huevo frito por persona ya tenéis un plato de lo más completo.

Como veis una forma rápida y distintas de preparar los pimientos.

Y llegados a este punto ya solo me  queda despedirme, no sin antes daros las gracias a todos los que me seguís. Nos vemos dentro de unos días, mientras que seáis muy felices.

Un saludo

Codornices en escabeche


Para mi primer post de esta nueva temporada he elegido una receta muy apropiada para la época del año en la que estamos, pues aunque el tiempo aquì por el norte ha refrescado bastante, todavía estamos en verano, y yo personalmente es cuando más disfruto de un buen escabeche. Digo escabeche porque la receta elegida ha sido la de codornices en escabeche.

Las codornices en escabeche son muy versátiles, lo mismo se pueden tomar en frío que en caliente, por lo que también en invierno podemos disfrutar de este delicioso plato. Se pueden tomar solas o por ejemplo formando parte de una ensalada. A propósito de esto, una de mis ensaladas preferidas es la que incluye entre otros ingredientes trozos de codorniz escabechada (u otro tipo de ave como perdiz o incluso pollo), lechugas variadas y lascas de foie gras de pato. Es una verdadera delicia, a ver si la próxima vez que la prepare la fotografío y la subo al blog.

El escabeche en origen era una técnica culinaria empleada para la conservación de los alimentos que consistía en guisar éstos en vinagre. Actualmente se utiliza con otros fines que están más relacionados con la textura y el sabor que el escabechado le aporta a los mismos.

Los alimentos más empleados en los escabeches son determinados pescados y algunas carnes, principalmente de caza, aunque he de reconocer que las codornices que empleé para elaborar esta receta no eran silvestres sino compradas en el supermercado, es decir de granja, aun así estaban deliciosas. Sin más dilación os dejo con la receta.

Ingredientes (para 4 personas):

-8 codornices
-2 zanahorias medianas
-1 puerro
-1 cebolla
-1 cabeza de ajos
-1 hoja de laurel
-3 ramitas de tomillo
-20 granos de pimienta
-750 ml. de agua
-200 ml. de vino blanco
-150ml. de vinagre
-aceite de oliva virgen extra
-sal

Preparación:

En primer lugar debemos limpiar bien las aves, y con un soplete de cocina retirar los posibles restos de plumas que puedan tener.

Seguidamente colocamos una cazuela grande al fuego (conviene que sea más ancha que alta, de manera que quepan todas las codornices una al lado de la otra porque luego emplearemos esta misma cazuela para preparar el escabeche) y cubrimos la base con un aceite de oliva de primera calidad. Cuando el aceite esté caliente doramos bien en él las codornices por todas partes y cuando estén las retiramos a una plato y reservamos.

Mientras se doran las codornices aprovechamos para limpiar bien las hortalizas y cortar las zanahorias y los puerros en rodajas, la cebolla en juliana, y la cabeza de ajos le retiramos la piel externa y luego la cortamos por la mitad. Después de dorar la carne, añadimos las hortalizas a la cazuela junto con el tomillo y el laurel. Cuando estén bien rehogadas reincorporamos las codornices, añadimos los granos de pimienta, el vino blanco, el vinagre y el agua. Salamos al gusto, y dejamos hervir por espacio de 30 minutos aproximadamente, hasta que comprobemos que las codornices están hechas.

Finalmente dejamos enfriar la cazuela a temperatura ambiente, y por último la guardamos en el frigorífico. Cuando las vayamos a consumir las sacamos del frigorífico una hora antes.
Si en vez de consumirlas frías queremos tomarlas calientes, ponemos  de nuevo la cazuela al fuego y una vez que levante el hervor lo apagamos y ya las podemos tomar.

Como veis el escabechado es muy fácil de preparar, así que os animo a que lo preparéis en casa.

Y por hoy termino. Nos vemos dentro de unos días. Feliz fin de semana a tod@s

jueves, 31 de agosto de 2017

Detalles para invitados 2017



Hola de nuevo a tod@s.

Después de un tiempo de descanso,  retomo de nuevo la actividad en el blog.

Antes de continuar he de pediros disculpas por ausentarme sin avisar, pero entre unas cosas y otras el tiempo fue pasando y cuando me he dado cuenta ya no tenía sentido. Digamos que las circunstancias hicieron que adelantara el período estival, de hecho quería publicar un par de entradas que tenía listas antes de irme, pero la alergia que por aquellos días no me daba tregua me lo impidió, de todos modos habrá  tiempo ahora para presentaros esas recetas y otras nuevas. Espero que éstas sean de vuestro agrado y que todos juntos disfrutemos de nuestra afición en común.

En la entrada de hoy aparte de saludaros y daros la bienvenida de nuevo a mi blog después de este periodo de ausencia, aprovecho para presentaros unos detalles que preparé para los invitados al bautizo de Martina, la hija de unos vecinos míos que recibió las aguas bautismales el pasado 25 de febrero. Aparte de guapa es una niña muy vivaracha y muy sonriente. Recuerdo que la primera vez que la vi fue lo que más me llamó la atención de ella, su permanente sonrisa ;)

Más recientemente, en concreto el pasado día 13 de este mes de agosto que hoy despedimos, se bautizó Éric, hijo también de unos vecinos, un niño aparte de guapo, muy grandote para su corta edad, y muy tranquilito, al menos de momento ;)

Estos detalles que preparé para sus respectivos bautizos, los hice aparte de con la intención de obsequiar a sus padres, también para darles las bienvenida a estas dos personitas a nuestra pequeña aldea, la cual dentro de poco llenarán de bullicio y alegría…, de vida en definitiva…

Os dejo ya con las fotos de los botes de mermelada y miel casera que envasé para el bautizo de Martina y Éric. La mermelada la preparé yo en casa, es totalmente artesanal, y la miel es casera, pues si bien en mi familia no tenemos colmenas, la compré en un establecimiento de la zona de total confianza y después en casa la envasé al vacío en tarros pequeñitos como los que veis en las imágenes. A los padres y a los invitados por lo que me contaron les gustó mucho. Igual os sirve a vosotros para sacar alguna idea si tenéis a la vista algún acontecimiento de esta índole en vuestra familia. Con esa intención las comparto.

Y nada más por hoy, dentro de unos días nos vemos, esta vez con una nueva receta. Mil gracias por seguir ahí.

¡Feliz fin de semana!

Detalles entregados en el bautizo de Martina


Muestra detalle del bautizo de Martina (mermelada de albaricoque)

Muestra detalle del bautizo de Martina (mermelada de ciruela roja)

Muestra detalle del bautizo de Martina (mermelada de fresa)

Muestra detalle del bautizo de Martina (mermelada de kiwi) 

Muestra detalle del bautizo de Martina (miel casera)


Detalles entregados en el bautizo de Éric


Muestra detalles del bautizo de Éric (miel casera, mermelada de ciruela claudia, kiwi, nectarina y fresa)


lunes, 10 de julio de 2017

Rodajas de calabacín rebozadas


Hola a tod@s. ¿Qué tal lleváis el verano? Espero que mejor que yo, porque la alergia me sigue dando la lata como si la primavera no hubiera quedado atrás. Espero que pase pronto esta etapa, y mientras aprovecho los días de relativa mejoría para visitar vuestras cocinas, y compartir con todos vosotros una nueva receta.

La escogida en esta ocasión no puede ser más sencilla, y es que entre que en verano no apetece pasar mucho tiempo entre fogones, y que la medicación de refuerzo que tomo para la alergia cuando tengo un día malo consume todas mis energías, pues he elegido algo fácil y sencillo, pero que me gusta tanto que la haría todos los días, y os prometo que no exagero, de modo que esta receta de ninguna manera podía faltar en mi blog. Os hablo de los calabacines rebozados. 

Una de las plantas de calabacín que tenemos este año en el huerto

En la finca de al lado de casa tenemos una pequeña huerta que en esta época del año también ocupa buena parte de mi tiempo, pues hay muchas tareas que realizar: regar, eliminar las malas hierbas, poner guías... En fin, un montón de trabajo y eso que la parcela es pequeñísima.. El caso es que  entre otras plantas, tengo dos ejemplares de calabacín, y ya están a pleno rendimiento, y aunque lo preparo de otras formas para darles salida, ésta sin duda es mi receta preferida.

Así solos, sin más, ya son una exquisitez, pero también los podéis servir en una comida tipo tapeo, o como acompañamiento de otros platos. Se pueden comer fríos o calientes, al gusto de cada uno.
Pese a que el rebozado es una técnica muy sencilla y conocida por todos,  en esta receta hay algunos consejos que os serán útiles para que el resultado sea perfecto.  En primer lugar es importante que al cortar las rodajas de calabacín las saléis y las dejéis en reposo entre 30 minutos y una hora, para que “suden” y luego el rebozado no quede aguado.

Además antes de rebozarlas debéis secarlas con papel de cocina para eliminar cualquier resto de agua.

Luego cuando saquéis las rodajas de calabacín de la sartén, las escurrís bien y las colocáis sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.

Si os gusta el calabacín y seguís estos consejos, el éxito lo tenéis asegurado. Para la preparación necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

-Calabacín
-huevos
-harina
-aceite de oliva suave
-sal

Preparación:

En primer lugar se corta el calabacín en rodajas no muy gruesas, luego como os indico más arriba se extienden sobre una superficie limpia, se salan y se dejan reposar al menos 30 minutos, dentro de un escurridor de verduras o sobre una rejilla.

Trascurrido el tiempo de reposo ponemos una sartén al fuego con abundante aceite y cuando esté caliente, se secan bien con papel de cocina las rodajas de calabacín, después se pasan por huevo y harina, y luego se fríen en aceite por ambos lados y se retiran a una fuente sobre papel absorbente. Por último los pasamos a la fuente de servir  y a disfrutar!!! 

Y nada más por hoy, si la alergia no lo impide nos vemos en unos días. Mientras que seáis muy felices.

lunes, 26 de junio de 2017

Ensalada de cogollos de lechuga con pimientos, atún y anchoas


Ya llegó el verano, y con él la primera ola de calor de la temporada, así que hoy os traigo una receta muy apropiada para esta época del año. Se trata de una ensalada de cogollos de lechuga con pimientos del piquillo, atún y anchoas.

Cuando hace tanta calor apetece menos cocinar, y ya no digamos encender el horno o los fogones, en cambio una ensalada se prepara en un abrir y cerrar de ojos, es sana y le sienta de maravilla al cuerpo, porque es ligera y refrescante.

Esta ensalada no la preparo muy a menudo, y eso que está riquísima, pero en verano que es cuando más apetecen las ensaladas, como tenemos una finca al lado de casa y en ella entre otras cosas ponemos lechugas y tomates, para darles salida casi siempre terminamos preparando la típica ensalada básica de lechuga con tomate y cebolla. 

En esta ocasión en cambio, me decidí por esta ensalada, porque la otra semana estuvimos de viaje por Huesca, y de vuelta a casa paramos en Navarra donde compramos una lata de pimientos del piquillo de Lodosa, los cuales, como soy muy impaciente, ya los preparé rellenos de bacalao (esta receta la subiré en otra ocasión), y unos pocos que me sobraron decidí darles salida con esta ensalada.

Al igual que la mayoría de ensaladas, no tiene ni la más mínima dificultad. Si os animáis a prepararla necesitaréis los siguientes

Ingredientes (para 2 personas):

-3 cogollos de lechuga
-1  lata de anchoas
-4 pimientos del piquillo
-200gr. de atún en aceite de oliva
-Aceitunas verdes y negras (en esta ocasión no le puse porque no tenía)
-Sal
-Vinagre de Módena

Preparación:

En primer lugar lavamos bien los cogollos de lechuga bajo el grifo, luego los secamos con papel de cocina, por último retiramos las hojas de fuera,  cortamos cada uno en cuatro partes longitudinalmente, y los disponemos en una fuente todo alrededor de la misma, y después salamos.

Seguidamente escurrimos el atún y lo colocamos en el centro de la fuente. Encima de los cogollos vamos colocando los pimientos del piquillo cortados en tiras longitudinalmente y sobre éstos disponemos los filetes de anchoa, y después esparcimos por toda la fuente un puñado de aceitunas verdes y negras.

Aparte preparamos una vinagreta con el aceite de oliva que le hemos escurrido al atún y con un chorro de vinagre de Módena. La proporción ha de ser una parte de vinagre por tres de aceite. Mezclamos bien, y cuando tengamos la vinagreta preparada, aliñamos bien  con ella toda la ensalada, y lista ya para servirla a la mesa y disfrutar de un plato lleno de sabor y nutrientes.

Espero que os haya gustado. Nos vemos dentro de unos días con una nueva propuesta.

Un abrazo a tod@s

sábado, 17 de junio de 2017

Torta de Guitiriz

La receta que os traigo hoy la preparo desde hace mucho tiempo, no con la asiduidad que quisiera, porque no es precisamente light, pero si por mí fuera haría una torta de Guitiriz cada semana. Así se llama la receta de hoy, y no es más que un bizcocho, una “bica” como la llamamos aquí, que tiene la particularidad de que se elabora con harina de maíz, pero harina de maíz amarillo, no la harina blanca precocida que se utiliza para preparar las famosas arepas venezolanas.

Guitiriz es una localidad lucense, limítrofe con la provincia de La Coruña, y pertenece a la comarca de la “Terra Chá”, cuya capital es Villalba, pueblo por el que siento un especial cariño, pues de allí es natural Pablo, mi pareja, y como no podía ser de otro modo, también tiene su dulce típico, el roscón de Villalba, pero ese queda para otra ocasión.

Volviendo a lo que nos ocupa, la torta de Guitiriz tiene incluso su propia leyenda. Al parecer la Virgen pidió cobijo en varias casas del lugar porque llovía incesantemente, y en ninguna accedieron a sus peticiones. Llamaron entonces a la puerta de una casa en la que habitaba una mujer que tenía varios hijos y vivían en la más absoluta pobreza. La mujer les dijo que cobijo sí, pero que no podía darles de comer porque no tenía qué ofrecerles. Entonces la Virgen le pidió que cogiese cenizas del fuego y que amasase una torta con ellas. Al principio la pobre mujer se mostró incrédula, pero ante la insistencia de la Virgen accedió y cocinó una torta con la que alimentó a todos  los de la casa. Aquella misma noche la lluvia caía cada vez con más intensidad, tanta que al final todo el pueblo quedó sumergido bajo las aguas, quedando solo a salvo la casa de aquella humilde y generosa mujer que le había dado cobijo.

En fin, aunque no sea más que una leyenda merece ser contada, ¿no creéis? Lo que es indiscutible es que este bizcocho no deja indiferente al que lo pruebe. La harina de maíz le confiere un sabor muy delicado y una textura un tanto granulosa que resulta muy agradable al paladar. Si a ello le unimos el aroma de la manteca de vaca cocida, y el aroma del anís, el resultado es indescriptible..., hay que probarla para saber de qué hablo.

Para los que no sois de Galicia, os será difícil encontrar la manteca de vaca cocida, y en ese caso podéis clarificar la mantequilla. Yo nunca lo hice, pero en Internet si buscáis información al respecto la encontraréis sin problema. Y sino utilizad mantequilla directamente, no tendrá ese aroma característico a manteca de vaca, pero seguro que la torta está muy rica igualmente.

En cuanto a la harina, como comentaba más arriba, tiene que ser harina amarilla de maíz y no puede estar precocida. La que he usado en esta ocasión es de la marca Adpan y la compré en los supermercados Dia. La cadena de supermercados Gadis de aquí de Galicia también la tiene a la venta.
En otras ocasiones la he comprado allí. En todo caso si tenéis dificultad para conseguirla podéis ir a algún herbolario, que si no la tienen seguro que os la piden. En este caso la harina es fundamental que sea de maíz, es el ingrediente estrella y no se puede sustituir por otro tipo de harina.

Otro apunte antes de dejaros con la receta, es comentaros que lo habitual es prepararla en un molde con agujero central, para que se haga uniformemente por el centro y por los laterales.

Y ahora sí, paso a detallaros la lista de ingredientes y la elaboración paso a paso por si os animáis a preparar la torta de Gutiriz en casa.

Ingredientes:

-8 huevos
-250gr. de manteca cocida de vaca
-180gr. de azúcar
-200gr. de harina amarilla de maíz
-100gr. de harina de trigo con levadura
-ralladura de 1 limón
-1 chupito de anís
-3 gotas de esencia de anís (opcional)

Preparación:

En primer lugar separamos las claras de las yemas y reservamos. Seguidamente con la batidora mezclamos la manteca de vaca a temperatura ambiente con 100gr. de azúcar, hasta conseguir una crema blanquecina. Luego vamos añadiendo las yemas de los huevos una a una, sin añadir la siguiente mientras la anterior no esté totalmente integrada. Cuando hayamos terminado de añadir  las yemas echamos la ralladura de limón, el chupito de anís, y la esencia de anís, y seguimos batiendo unos minutos más para que se mezcle todo. Por último añadimos los dos tipos de harina previamente tamizadas, mezclamos con movimientos envolventes con ayuda de una espátula, y reservamos.

Aparte batimos las claras de los huevos a punto de nieve con 80gr. de azúcar, y las vamos incorporando poco a poco a la mezcla de huevos, harina y manteca, ayudándonos de nuevo de la espátula y con movimientos envolventes.

Ya para finalizar echamos la mezcla en un molde con forma de corona previamente untado y enharinado, espolvoreamos un poco de azúcar por encima para que forme costra (este azúcar no está incluido en la lista de ingredientes) y llevamos al horno previamente calentado,  a unos 200º con calor solo en la parte de abajo, y en la segunda ranura del horno empezando por  abajo, durante aproximadamente 40  minutos.

Antes de sacarlo del horno, pinchamos con un palillo, y si sale limpio es que está hecho, entonces lo retiramos a una rejilla que permita circular el aire por la parte de abajo, y cuando haya enfriado los desmoldamos y servimos en una bandeja con blonda decorativa.

Los que tengáis thermomix también podéis utilizarla para preparar la masa. Para ello debéis seguir los siguientes pasos.

1-Colocamos la mariposa en las cuchillas y vertemos en el vaso las claras de los huevos con  80gr. de azúcar, y programamos 8 minutos (1 por cada clara)/ temperatura 50º / velocidad 3,5.
2-Volvemos a programar de nuevo 8 minutos /velocidad 3,5 pero esta vez sin temperatura.
3-Retiramos el merengue que acabamos de conseguir y lo reservamos.
4-Sin lavar el vaso, y con la mariposa en la cuchilla, añadimos la mantequilla y el azúcar restante (100gr.) y programamos velocidad 3 hasta obtener una mezcla cremosa y blanquecina.
5-En ese momento vamos añadiendo las yemas una a una, sin añadir la siguiente mientras la anterior no esté totalmente incorporada.
6-Un vez añadidas todas las yemas, retiramos la mezcla a un cuenco, y con la ayuda de una espátula, incorporamos  en varias tandas las claras que teníamos montadas, con movimientos envolventes.

A partir de aquí la preparación es la misma que por el método tradicional que os detallo más arriba.

Espero que la receta de hoy haya sido de vuestro agrado. Dentro de unos días nos vemos de nuevo con una propuesta. Os espero 

¡Sed  felices!

lunes, 12 de junio de 2017

Salmorejo cordobés




Menos mal que la primavera ya toca a su fin, porque la de este año está siendo especialmente difícil por mis problemas de alergia. El año pasado en cambio, estuve perfecta, tanto que ya me las prometía muy felices, pero a pesar de estar cinco años vacunándome, y tomar diariamente antihistamínicos, la susodicha no está por la labor de dejarme en paz tan fácilmente, así que hoy, aprovechando que parece que tengo unos días de tregua, os presento una nueva receta muy apropiada para esta época del año, cuando el calor ya aprieta, me estoy refiriendo al salmorejo.

Siendo gallega, es fácil comprender que sea un plato de incorporación reciente a mi recetario, pero desde que lo descubrí, me cautivó.

Pese a ser un sabor un tanto novedoso para mí, no me supuso ningún esfuerzo adaptar el paladar al mismo, al contrario. Lo único que he notado es que cada vez que lo preparo me gusta más y más.
Antes de tener la thermomix ya lo preparaba y me gustaba, pero creo que con la thermomix se logra una finura difícil de igualar. Encima no hay que colarlo para eliminar pepitas ni pieles, con lo cual se ensucia menos y se ahorra trabajo, y por si esto no fuera suficiente, la emulsión final del aceite sale perfecta, para mi gusto mejor que con la batidora. En todo caso os dejo la preparación de las dos maneras, en thermomix y por el método tradicional, de modo que no tenéis excusa para no hacerlo.

Si os animáis, necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

-150gr. de aceite de oliva de sabor suave (1 vasito)
-1 kg de tomates bien maduros
-175gr. de miga de pan del día anterior (en mi caso pan de barra)
-1 ó 2 ajos (si lo queréis suave solo uno, si lo queréis más fuerte los dos)
-1 cucharadita de sal
-30gr. de vinagre (la receta original no lleva)

Para acompañar
-huevos duros picados
-jamón ibérico picado
-picatostes, etc.                       

Preparación en thermomix:

1-Colocamos una jarra sobre la tapa del vaso, pesamos el aceite y lo reservamos para el final.
2-Ponemos en el vaso el ajo (sin la parte central para evitar que resulte indigesto), los tomates muy bien lavados y la sal. Trituramos programando 30 segundos /velocidad 5
3-Añadimos el pan y el vinagre, y programamos de nuevo 30 segundos /velocidad 5
4-Seguidamente lo batimos programando 2 minutos /velocidad 10
5-A continuación bajamos los ingredientes hacia el fondo del vaso con la espátula, colocamos la tapa y el cubilete y programamos 1,5 minutos / velocidad 5 para emulsionar el aceite que teníamos reservado, el cual vamos vertiendo poco a poco sobre la tapa, alrededor del cubilete, hasta que termine de incorporarlo.
6-Finalmente lo guardamos en un tupper, lo dejamos en el frigorífico hasta que esté bien frío, y luego lo servimos en cuencos individuales o en platos hondos, y encima ponemos unas cucharaditas de huevos duros picados, jamón picado, unos picatostes o cualquier otro ingrediente que os apetezca. Yo en ocasiones le añado jamón picado y espárragos verdes hechos a la plancha y troceados. Es una combinación que me gusta mucho.

Preparación por el método tradicional:

Lavamos muy bien los tomates, los cortamos en trozos grandes, y los trituramos con la batidora. A continuación colamos la mezcla para eliminar pepitas y pieles que le hayan quedado. Después añadimos el pan troceado, mezclamos bien y esperamos unos 30 minutos para que el pan se ablande y sea más fácil de batir. Transcurrido el tiempo de espera añadimos el ajo (sin la parte central para evitar que nos repita), añadimos también el vinagre, y la sal, y batimos de nuevo hasta que quede lo más fino posible. Por último vamos añadiendo el aceite poco a poco sin dejar de batir, y cuando esté todo bien integrado vertemos en un recipiente que llevaremos al frigorífico hasta el momento de consumirlo. A la hora de servirlo lo más habitual es acompañarlo de huevos cocidos y jamón.

Pues con esta humilde, sana, rica y fresquita receta me despido por hoy. Nos vemos en unos días.

Un beso