miércoles, 31 de mayo de 2017

Tarta de Santiago


Hoy toca receta dulce, y un dulce típico de mi tierra que seguro que todos conocéis: la tarta de Santiago.

Como sabréis el ingrediente principal es la almendra, y pese a que Galicia no es tierra de almendros son muchos los dulces típicos de esta región que incluyen almendra entre sus ingredientes. Además de esta tarta que hoy os presento, también lleva almendra la tarta de Mondoñedo, el roscón de Villalba (ambas localidades lucenses), los famosos almendrados de la localidad orensana de Allariz, etc.

De todos ellos quizás el más célebre es la tarta de Santiago. Si os gusta la almendra os va a encantar seguro, y además es tan fácil de preparar que no tenéis excusa. Ya sé que os digo siempre lo mismo, pero es absolutamente cierto, de hecho poco más hay que hacer que mezclar los ingredientes, y el resultado es un  rico pastel muy jugoso por dentro. En la sobremesa, acompañado de un licor típico también de nuestra tierra como es el licor café, sienta de maravilla. Es cierto que no es precisamente un dulce ligth, pero tiene la ventaja de que un trocito sabe a gloria, pero más resulta empalagosa.

Sin más os dejo con la receta

Ingredientes:

-350gr. de almendra cruda molida de buena calidad
-6 huevos camperos
-275gr. de azúcar
-la ralladura de un limón
-1 nuez de mantequilla sin sal
-1 chorro de brandy (opcional)
-azúcar glass para espolvorear la superficie

Preparación:

En un cuenco batimos ligeramente los huevos hasta que empiecen a espumar y luego poco a poco le añadimos el azúcar y continuamos batiendo unos minutos más, después añadimos la ralladura de limón y si lo deseamos un chorrito de brandy, mezclamos todo y finalmente echamos la harina de almendra, lo integramos todo y vertemmos en un molde redondo de 22 cm. de diámetro previamente untado con mantequilla y espolvoreado con harina, con el fin de evitar que la tarta se peque a las paredes a la hora de desmoldarla. Por último la introducimos en el horno, previamente calentado a 180º, con fuego solo abajo, en la segunda ranura empezando por abajo, y durante aproximadamente 40 minutos hasta que veamos que la superficie esté dorada.

Cuando esté  la tarta cocida , la retiramos del horno y la colocamos sobre una rejilla para que circule el aire por debajo hasta que esté fría, luego la desmoldamos, le colocamos encima la cruz de santiago, espolvoreamos azúcar glass, luego retiramos con cuidado la cruz, y ponemos la tarta sobre una bandeja con blonda decorativa, y lista ya para servir (En esta ocasión yo he utlizado un molde de aluminio de un solo uso, para hornearla y la presenté en ese mismo molde porque no tenía en casa ninguna blonda redonda)

Los que tengáis thermomix también podéis utilizarla para preparar esta tarta, para ello debéis seguir los siguientes pasos.


1-En primer lugar echamos en el vaso el azúcar y programamos 10 segundos/velocidad progresiva 5 a 10
2-Después añadimos la piel de limón y volvemos a programar 10 segundos/velocidad progresiva 5 a 10
2- Incorporamos los huevos y el brandy si deseamos emplearlo, y programamos 10 segundos/velocidad 4
3-Añadimos la almendra molida y  programamos 20 segundos/velocidad 3

A partir de aquí vertemos la mezcla en el molde y seguimos los mismos pasos que en la preparación por el método tradicional.

Como os dije, esta tarta acompañada de un chupito de un buen licor café está riquísima, tanto en la sobremesa, como para darse un capricho a cualquier hora del día.

Y con este rico y típico postre de mi tierra me despido de vosotros y del mes de mayo. Nos vemos dentro de unos días. Mientras que seáis muy felices. 

Un abrazo

miércoles, 24 de mayo de 2017

Pimientos rellenos de tortilla


Hoy por fin me he sentado a redactar una nueva entrada. Digo por fin, porque  he estado ausente debido a que mi madre y yo acompañamos a mi pareja a un viaje a Madrid por motivos laborales, y una vez terminados sus quehaceres, aprovechando además que el 17 de mayo era festivo en Galicia, bajamos los tres a la Mancha, una tierra que cada vez me gusta más. Era la segunda ocasión que visitaba esta región y espero que haya más porque aun nos quedan muchos sitios por ver, y eso que visitamos un montón de pueblos, algunos tan pintorescos como Tembleque,  el Romeral, Consuegra, El Toboso, Almagro, Campo de Criptana,  el Alcázar de San Juan, y Mota del Cuervo. Fueron pocos días, pero como en esta época del año hay muchas horas de luz  un día da para mucho.

Fue un viaje maravilloso, porque mi madre estuvo perfectamente, lo único malo es que hacía bastante calor, para los lugareños nada fuera de lo normal, pero para nosotros que estamos acostumbrados a temperaturas más suaves era un poco excesivo. Probamos algunos platos típicos de esta tierra, que no por humildes y sencillos dejan de estar exquisitos. Por lo demás todo normal, lo pasamos muy bien, pese a que ir acompañados de una persona dependiente limita mucho nuestros movimientos, pero es algo a lo que estamos acostumbrados y nos encanta que nos acompañe, lo triste vino luego a la vuelta del viaje, porque entre otras mascotas tenemos cuatro canarios, los cuales cuidaron mis primos Vanesa y Toni en nuestra ausencia, y ya de vuelta a casa, como estos días hace muy buen tiempo también aquí en Galicia, ayer al caer la tarde decidí colgar la jaula fuera en la pared de casa para que les diera el aire, y no sé qué ha fallado porque la jaula se cayó al suelo y de los pajaritos ni rastro, algo normal teniendo en cuenta que tenemos varios gatos, y aunque éstos son absolutamente adorables, se trata de felinos y tienen sus instintos. Lo único que me consuela un poco es saber que los pajaritos han tenido un final rápido..., muy triste pero rápido.

En fin, la vida sigue, así que hoy acudo de nuevo a mi cita con vosotros, en esta ocasión con un entrante que seguro que os va a encantar: los pimientos rellenos de tortilla. Son muy fáciles de preparar aunque un poco laboriosos, pero el resultado merece la pena. Os dejo la receta por si os animáis a prepararla.

Ingredientes (para 4 personas):

-2 pimientos rojos italianos
-2 pimientos verdes italianos
- 8 huevos
- 6 patatas
-1 cebolla grande
-aceite de oliva virgen extra
-sal

Preparación:

Antes de nada deciros que en mi caso cuando hago esta receta  procuro comprar los dos tipos de pimientos, verdes y rojos, por motivos puramente cromáticos, pero podéis optar solo por uno de ellos como es lógico, el que más os guste o el que os resulte más fácil de encontrar en el mercado.
Para comenzar con la preparación primero retiramos el rabito y vaciamos las semillas del interior de los pimientos, luego los lavamos bien bajo el grifo del agua fría para evitar posibles restos de pesticidas y los reservamos en un recipiente alto y estrecho, como por ejemplo un vaso de tubo, para que cuando los rellenemos no se caiga el relleno.

Aparte pelamos las patatas y las cortamos en cubitos pequeños, y picamos la cebolla, después cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra, y  freímos en  él las patatas y la cebolla.
Mientras batimos en un cuenco los huevos, y cuando las patatas y la cebolla estén hechas las retiramos de la sartén con la ayuda de una espumadera para retirar el exceso de aceite, las añadimos al cuenco de los huevos, salamos y mezclamos todo bien.

A continuación  rellenamos cada pimiento con esta mezcla, y cuando estén todos, ponemos de nuevo al fuego la sartén que utilizamos para freír las patatas y la cebolla, echamos más  aceite si hiciera falta, y luego con una espátula se cubre la base de los pimientos por donde hemos introducido el relleno, le damos la vuelta en la sartén sobre el aceite caliente con cuidado de que no se desparrame el interior, y dejamos que se cuaje el huevo por esa zona durante unos minutos manteniendo el pimiento en vertical, y luego los doramos bien por todos lados, sin que no se nos quemen, para que se hagan los pimientos por toda la superficie, y cuaje la tortilla en su interior. Cuando vayan estando los retiramos a una fuente sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite, y después los cortamos en rodajas y los colocamos en la fuente de servir. Nada más por hoy, nos vemos en unos días, espero que en unas circunstancias más alegres.

Un saludo

lunes, 15 de mayo de 2017

Costilla fresca de cerdo con patatas



A pesar de estar ya a mediados de mayo, estos días de atrás hizo un tiempo bastante desapacible con temperaturas más bajas de lo que sería de esperar para esta época del año, así que cuando en el supermercado he visto que tenían la costilla fresca de cerdo de oferta, no dudé en comprarla para preparar este rico plato que hoy os presento, el guiso de costillas con patatas, el cual llevaba mucho tiempo sin hacer y ya me apetecía.

Tengo que reconocer que soy un poco especial con las comidas, a veces me paso largas temporadas sin cocinar un plato en concreto, y luego de repente un buen día lo hago, y después durante un tiempo lo repito con frecuencia, hasta que me “harto” de nuevo por otra larga temporada. ¿os pasa lo mismo a vosotros...? En fin, el caso es que lo hice la semana pasada, y ya estoy deseando repetirlo ;-)

El guiso de costilla fresca con patatas es un plato tradicional que se elabora en la mayoría de hogares, y aunque en cada uno le aportan su toque personal, siempre sale rico a pesar de utilizar ingredientes muy humildes que están al alcance de cualquiera.

Aparte de rico,  es muy completo y nutritivo porque aporta proteínas, carbohidratos y un bajo contenido en grasas, aunque para eso debemos procurar escoger costilla magra y luego en casa  le eliminamos  bien el exceso de la misma.

Os dejo ya la receta

Ingredientes (para 3 personas):

-500gr de costilla fresca de cerdo
-6 patatas medianas
-3 dientes de ajo
-1 cebolla
-1/2 pimiento rojo
-1/2 pimiento verde
-3 zanahorias
-1 tomate maduro
-1 puñado de guisantes
-1 vaso de vino blanco
- 1 cucharada de pulpa de pimiento choricero
-aceite de oliva virgen extra
-sal
-pimienta
-1 hoja de laurel seco
-agua

Preparación:

Cuando compréis la costilla pedidle al carnicero que os la corte en trozos no muy grandes. Luego en casa la salpimentáis. Yo utilizo un bote que contiene 5 tipos de pimientas y lleva molinillo incorporado, de ese modo se mantiene mejor el aroma.

Después se dora en una olla en la que habremos puesto aceite de oliva virgen extra hasta cubrir la  base. Cuando la costilla esté dorada añadimos la hoja de laurel, los pimientos cortados en trozos pequeños y las zanahorias cortadas en rodajas. Rehogamos todo junto durante unos minutos y luego añadimos la cebolla y los ajos, ambos bien picados, mezclamos todo y dejamos que se hagan unos minutos más, a continuación echamos el tomate picado (si no tenéis podéis usar 2 cucharadas soperas de tomate triturado).

Dejamos que se haga todo junto hasta que el líquido que suelta el tomate se haya consumido, y en eso momento echamos el vaso de vino blanco, continuamos cocinando hasta que se evapore el alcohol y se reduzca el vino. Entonces añadimos la pulpa de pimiento choricero, rehogamos todo unos minutos más y por último añadimos las patatas cortadas en trozos pequeños. 

A la hora de cortar las patatas, procurad no llegar con el cuchillo al final, sino que a mitad de corte, haced palanca con el cuchillo y las cascáis para que de ese modo suelten más almidón al cocerse, y la salsa del guiso quede más espesa.

Junto con las patatas añadid los guisantes, cubrid con agua del grifo, y cuando el conjunto final esté bien cocido, rectificáis de sal y retiráis del fuego. 

Lo dejáis reposar unos diez minutos con la olla tapada para que se asienten los sabores, y después ya podéis servirlo y degustar este sencillo y delicioso plato.


Pues ésta ha sido la propuesta de hoy. Espero que fuera de vuestro agrado. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta. Os espero!!!

Mientras os deseo a todos una feliz semana

lunes, 8 de mayo de 2017

Rosquillas de San Isidro (tontas y listas)

El origen de estas ricas rosquillas con aroma de anís, se atribuye a una famosa rosquillera llamada Tía Javiera, al parecer sus rosquillas tenían mucho éxito, lo cual propició que otros vendedores las pusiesen a la venta en sus tenderetes, utilizando como reclamo un falso parentesco con la Tía Javiera.

Al margen de leyendas y anécdotas, lo que es un hecho es que en el mes de mayo en Madrid estas rosquillas adornan los escaparates de todas las pastelerías. Pero no hace falta ir a Madrid para degustarlas, son muy fáciles de hacer, y las podéis preparar en casa sin ningún problema. Si os animáis os dejo la receta a continuación.

Ingredientes:

Para la masa de las rosquillas
-100gr. de aceite de oliva suave
-180gr de azúcar
-3 huevos
-400gr de harina de repostería
-1 sobre de levadura Royal
-1 pizca de sal
-la piel de un limón (solo la parte amarilla, sin nada de pieles blancas)
-50gr de licor de anís
-2 cucharaditas de anís en grano

Para pintar las tontas
-1 yema de huevo

Para el glaseado de las listas
-1 clara de huevo
-1 cucharadita de licor de anís
-1 pizca de sal
-6 gotas de zumo de limón
-250gr de azúcar glass

Preparación:

En primer lugar ponemos una sartén al fuego y echamos el aceite de oliva y la piel de limón bien lavada bajo el grifo para eliminar posibles restos de pesticidas. Cuando la piel del limón empiece a dorarse retiramos del fuego, colamos el aceite y lo reservamos.

Aparte en otra sartén echamos los granos de anís y los tostamos moviéndolos constantemente para que no se quemen. Cuando estén, los echamos en un mortero, los trituramos lo más fino posible, y reservamos también.

Por otro lado empezamos a preparar la masa de las rosquillas, para ello batimos en un cuenco los huevos. Cuando estén espumosos añadimos la mitad del aceite frito (utilizamos para la masa 50 gr., los otros 50gr. los reservamos), el anís en grano triturado, el licor de anís, el azúcar y la sal. Mezclamos bien y luego vamos añadiendo la harina poco a poco. Cuando hayamos añadido un poco de harina, echamos el sobre de levadura, y continuamos añadiendo la harina restante sin dejar de remover. Primero nos podemos ayudar de un batidor de varillas, y ya al final utilizaremos las manos hasta obtener una masa homogénea y manejable. Ya os advierto que queda una masa suave que tiende a pegarse a las manos, y para evitarlo os aconsejo mojarlas en el aceite restante.

Cuando la masa esté preparada, la pasamos a otro cuenco untado con parte del aceite reservado y tapada con papel film y la dejamos reposar en el frigorífico durante una hora aproximadamente.

Finalmente se precalienta el horno a 200º y mientras hacemos las rosquillas tomando pequeñas porciones de masa con las manos untadas en el aceite reservado, formamos una bola con cada una de ellas, las aplastamos un poco, y con los dedos índice y pulgar hacemos un hueco en el centro para darle forma de rosquilla.

A medida que vamos haciendo las rosquillas, las vamos colocando en una bandeja de horno, sobre papel sulfurizado, y cuando estén todas hechas, la mitad de ellas (las tontas) las pincelamos con la yema de huevo. Dejamos reposar unos diez minutos más, y volvemos a pincelarlas de nuevo, luego las horneamos (yo en mi horno en la tercera ranura empezando por abajo) hasta que estén doradas por arriba. En ese momento las retiramos del horno y las dejamos sobre una rejilla para que enfríen. Cuando estén frías las tontas ya estarán listas para guardarlas en una lata donde se guardan en perfecto estado durante días. En cuanto a las listas tenemos que preparar un glaseado para bañarlas en él, pare ello batimos la clara de huevo ligeramente, añadimos la cucharadita de licor de anís, las 6 gotas de zumo de limón y la sal. Mezclamos bien y luego vamos añadiendo el azúcar glas poco a poco sin dejar de remover. Finalmente bañamos la otra mitad de las rosquillas por la parte de arriba en esta glasa, las volvemos a colocar en la rejilla hasta que la glasa esté seca, y ya tenemos las rosquillas listas finalizadas para guardarlas en la lata junto a las tontas.

Estas rosquillas también las podéis preparar en la thermomix, de esta manera os ahorráis bastante trabajo, pare ello los pasos a seguir son los siguientes.

1-El primer paso de calentar el aceite y aromatizarlo con la cáscara de limón, así como tostar los anises os aconsejo hacerlo de la forma tradicional, para ello seguís las instrucciones de los dos primeros párrafos de esta receta.
2-Echamos en el vaso de la thermomix 50 gr de aceite aromatizado, los anises triturados, el licor de anís, el azúcar y los huevos y programamos 15 segundos /velocidad 4
3-Agregamos la sal, la harina y la levadura y programamos 3 minutos /velocidad espiga
4-Retiramos la masa del vaso y la colocamos en un bol engrasado con parte del aceite restante. Tapamos con papel film, y dejamos reposar en el frigorífico durante una hora aproximadamente.
5-A partir de aquí se sigue con el proceso igual que por el método tradicional.

Espero que la receta de hoy os haya gustado, y si os animáis a ponerla en práctica mejor, porque estas tradiciones gastronómicas nunca se deberían perder. Yo pese a no vivir en Madrid hace ya unos años que en el mes de mayo preparo estas rosquillas, y espero seguir haciéndolo muchos años más, porque en el desayuno, con un descafeinado con leche están deliciosas ;)

Como ayer fue el día de la madre, con vuestro permiso, esta receta se la dedico a la mía. Espero poder celebrar muchos días más esta festividad con ella a mi lado y en un estado de salud aceptable. Te quiero mucho mamá!!!

domingo, 30 de abril de 2017

Pincho de morcilla de Burgos y huevo de codorniz



Para despedir el mes de abril y dar la bienvenida al mes de mayo, el mes de las flores, las comuniones, y de un montón de festividades patronales y fiestas gastronómicas, he elegido una receta de lo más sencilla: el pincho de morcilla con huevo de codorniz.

Se trata de un pincho que cualquiera puede hacer en su casa, no se necesita ninguna experiencia en temas culinarios, simplemente necesitáis una sartén y comprar los ingredientes que además de económicos son fáciles de encontrar, pues cualquier tienda de ultramarinos los tiene.

La morcilla que he utilizado en este ocasión es la morcilla de Burgos, aunque otras veces también he empleado la morcilla de cebolla, que le sienta igualmente de maravilla por el toque dulce que le aporta la cebolla.

Si algún día invitáis a alguien a casa y queréis preparar un picoteo sin complicaros mucho la vida, este pincho, acompañado de otros (en próximas entradas os subiré más recetas de pinchos sencillos a la par que exquisitos) o por sí solo, es una opción ideal. Os dejo la receta por si os animáis.

Ingredientes:

-12 rodajas de morcilla (de Burgos o de cebolla)
-12 huevos de codorniz
-1 barra de pan
-pimentón picante
-aceite de oliva
-sal
- 3 ó 4 tomates rama

Preparación:

Cortamos la barra de pan en rodajas de unos 4 ó 5 cm. de grosor, las tostamos en el tostador o en una sartén antiadherente, las untamos con unos tomates rama cortados por la mitad y reservamos.

En otra sartén echamos unas gotas de aceite de oliva virgen extra y doramos un poco las rodajas de morcilla de Burgos por ambos lados, luego colocamos cada una de ellas sobre cada tostada de pan que teníamos reservado.

Por último freímos los huevos de codorniz en una sartén con aceite de oliva virgen extra, cuando veamos que la clara está bien cuajada y la yema aun líquida en su interior, escurrimos bien y colocamos sobre la rodaja de morcilla, por último espolvoreamos sal y un poco de pimentón picante sobre los huevos, y listos para servir a los comensales.

Si veis que antes de terminar de preparar los últimos pinchos, los primeros ya se han enfriado, le podéis dar uno ó dos minutos de grill en el horno, pero en ese caso cuando vayáis a freír los huevos, tan pronto como la clara de huevo se haya cuajado los retiráis de la sartén, porque después en el horno se terminarán de hacer.

Como veis más fácil imposible, así que no hay excusa para no prepararlos.

Y por hoy me despido, dentro de unos días vendré con una nueva receta que hace tiempo que tengo pendiente de publicar pero he esperado al mes de mayo para hacerlo, porque se trata de las rosquillas de San Isidro, y como sabéis esta festividad se celebra el 15 de mayo, entre otros muchos sitios en Madrid, de donde son típicas estas rosquillas de las que os hablo, de manera que si os interesa la receta estad atentos.

Os espero. Mientras que seáis muy felices.

viernes, 21 de abril de 2017

Mermelada de fresas



Hola de nuevo a todos. Después de unos días de descanso y relax y ausente del blog, vuelvo con una receta de fresas: la mermelada de fresas, porque a estas alturas ya han bajado bastante de precio y es el momento ideal para elaborar esta rica mermelada, para lo cual se necesitan los siguientes 

Ingredientes:

-1kg de fresas (bien lavadas y desprovistas del pedúnculo)
-650gr. de azúcar
-zumo de medio limón

Preparación:

Lo primero es lavar muy bien las fresas bajo el grifo del agua fría para eliminar posibles restos de pesticida, y luego se les corta el pedúnculo, se trocean y se echan en una olla junto con el azúcar. Se dejan macerando durante unas horas en la nevera. En mi caso suelo dejarlas toda una noche, y al día siguiente por la mañana pongo la olla a fuego medio, durante  30 minutos aproximadamente, removiendo de vez en cuando.

Pasado ese tiempo, con la fruta ya totalmente cocida,  la trituro con la batidora, añado el zumo de medio limón, y pongo de nuevo al fuego hasta que adquiere la consistencia deseada. Cuanto más larga sea la cocción más irá reduciendo y por tanto espesando.

En caliente es más complicado comprobar qué consistencia tiene, por lo que el truco para no pasarnos con la cocción, es coger un cucharada y echarla en un plato, cuando enfríe vemos como queda y si nos parece que está aun muy líquida se deja un poco más al fuego.

Cuando esté en el punto de consistencia deseado, apagamos el fuego, y en caliente echamos la mermelada en botes de cristal que habremos esterilizado previamente (botes y tapas) poniéndolos a hervir durante unos veinte minutos en agua y luego secándolos cuidadosamente. También sirve lavarlos en el lavavajillas.

Una vez que tengamos los frascos llenos, los cerramos bien, los hervimos en una olla durante 15 minutos, transcurrido ese tiempo los retiramos y los dejamos boca abajo hasta que enfríen, de esa manera hacen el vacío, y ya quedan listos para ponerles una etiqueta con el nombre del producto y la fecha de envasado, y guardarlos en la despensa, donde se conservan durante muchísimo tiempo, permitiéndonos así disfrutar de nuestra fruta preferida fuera de temporada.

La mermelada sale también muy rica si la preparáis en la thermomix y os ahorra mucho trabajo y tiempo, en ese caso debéis utilizar los siguientes ingredientes por cada tanda que preparéis

-500gr de fresas bien lavadas y sin pedúnculo
-30gr de zumo de limón
-325gr de azúcar

Y los pasos a seguir para su preparación son los siguientes:

1- Ponemos en el  vaso el azúcar, el zumo de limón  y la fruta troceada y trituramos 10 seg./ velocidad 6
2- Programamos 35min./115º/velocidad 1 y colocamos el cubilete del revés y encima de éste el cestillo, también del revés para asegurarnos que no salpique.
3- Comprobamos le punto de cocción de la mermelada y si no tiene aun la consistencia deseada programamos 10min./115º/velocidad 1, después cuando esté en el punto optimo procedemos a envasarla como se ha descrito más arriba.

Espero que os haya gustado la receta y que os animéis a ponerla en práctica. Es muy fácil y el resultado merece totalmente la pena, pues no tiene nada que ver con las mermeladas industriales. Por las mañanas una capa de esta mermelada sobre unas tostadas de pan untadas con mantequilla son una auténtica delicia. 

Nada más por hoy. Solo daros las gracias como siempre por seguirme. Nos vemos dentro de unos días.

Sed muy felices!!!

martes, 11 de abril de 2017

Monas de Pascua 2017


Metidos de lleno en Semana Santa, con el bacalao, las torrijas y los buñuelos como protagonistas indiscutibles en la mesa,  tenemos que ir pensando ya en la Pascua, porque para el próximo domingo  es Domingo de Resurrección, y en muchos lugares existe la tradición de que los padrinos le regalen a los ahijados la conocida como Mona de Pascua. La que se prepara en la zona donde yo vivo, es un pan dulce, similar al Roscón de Reyes, y adornado con anises de colores además de algún otro elemento típico de estas fechas, como las plumas, los pollitos, huevos, conejos, etc.  Estas monas tradicionales conviven con las de chocolate, que estos días visten los escaparates de todas las pastelerías, para deleite de los transeúntes. Algunas son verdaderas obras de arte.

La Mona que os presento hoy es muy similar a la que hice el año pasado, con la salvedad de que ésta lleva masa madre, y para la decoración en esta ocasión he utilizado además de anises de colores, un huevo kinder que he introducido en el interior de la Mona cuando le di forma, luego al levar la masa, el huevo se quedó adherido a ella, y para evitar que el chocolate se derritiese durante el horneado, le puse por encima un trozo de papel de aluminio doblado tres veces sobre sí mismo, y de esta manera sale intacto. Después cuando saquemos la mona del horno, y esté totalmente fría ya podemos manipularlo sin que se deforme.

Antiguamente los huevos que se introducían en este tipo de monas tradicionales, eran huevos de gallina cocidos y pintados, pero yo he optado por los huevos de chocolate kinder, porque por lo general a la mayoría de los niños les gusta el chocolate, y además como estos huevos tienen sorpresas en su interior, constituyen un aliciente más para ellos.

Os dejo ya con la receta por si os animáis a prepararla.

Ingredientes:

Para la masa madre
-80gr de leche entera
-10gr de levadura fresca de panadería
-1 cucharadita de azúcar
-130gr de harina de fuerza

Para la masa
-150gr de azúcar
-ralladura de 1 naranja
-ralladura de ½ limón
-70gr de leche
-unas gotas de esencia de anís
-70gr de manteca cocida de vaca
-2 huevos
-15gr de levadura fresca de panadería
-450gr de harina de fuerza
-1 pizca de sal

Preparación:

Yo he utilizado la panificadora para amasar estas monas, pero también podéis utilizar la thermomix,  más abajo os pondré los pasos a seguir si utilizáis ese robot.

En la panificadora hacemos primero la masa madre, para ello echamos todos los ingredientes en la cubeta, iniciamos el programa de amasado que en mi máquina es el nº 11 y tiene una duración de 20 minutos, y una vez finalizado formamos una bola con la masa, la ponemos en un cuenco grande cubierto con papel film o tapado con un paño de cocina, y esperamos a que doble el volumen.

Cuando la masa madre haya levado, proseguimos con la elaboración de las monas, para ello echamos en la cubeta de la panificadora todos los ingredientes en el siguiente orden: los huevos, la leche, la manteca de vaca, el azúcar, la ralladura de naranja y de limón, unas gotitas de esencia de anís, la sal, la harina y la levadura de panadería desmenuzada con las manos, iniciamos de nuevo el programa de amasado, cuando termine desenchufamos la panificadora y dejamos que la masa repose 10 minutos dentro de la cubeta, luego enchufamos de nuevo la máquina, seleccionamos nuevamente el programa de amasado y cuando finalice dejamos reposar de nuevo la masa durante 10 minutos. Después la sacamos de la cubeta la echamos en la encimera engrasada en aceite para que no se pegue, y la dividimos en 4 porciones iguales. Con cada una de ellas  hacemos diferentes formas: redondas, alargadas, con formas de animales como por ejemplo cocodrilos, etc. A medida que las vamos haciendo las colocamos en la bandeja del horno sobre papel sulfurizado, ponemos en cada una un huevo kinder y esperamos a que de  nuevo doblen el volumen. Por último las pincelamos con huevo batido, espolvoreamos por encima anises de colores, y las llevamos al horno en la parte central, con calor abajo, durante 20-25 minutos, a 150º hasta que las monas cojan un bonito color dorado. En ese momento sacamos del horno, y dejamos enfriar sobre una rejilla. Finalmente cuando estén totalmente frías, las envolvemos en papel de polipropileno transparente o con motivos de pascua, atamos con unas lazadas, y listas para regalar.

Si las queréis preparar en la thermomix, los paso a seguir son los siguientes:

1-Ponemos todos los ingredientes de la masa madre en el vaso y mezclamos 15seg/velocidad 4. Retiramos la masa del vaso, formamos con ella una bola, la ponemos en un cuenco grande cubierto con papel film o tapado con un paño de cocina, y esperamos a que doble el volumen
2-Cuando la masa madre haya doblado el volumen, ponemos en el vaso de la thermomix el azúcar junto con 8 tiras de piel de naranja y 4 tiras de piel de limón, ambas sin nada de parte blanca, y pulverizamos programando 30seg/velocidad 10.
(Si utilizamos la thermomix en lugar de utilizar la ralladura de naranja y de limón, utilizamos tiras de la cáscara de la naranja y del limón, desprovistas de pieles blancas, y la propia máquina las pulveriza,  aromatizando con ello  el azúcar)
3-Con la espátula bajamos los ingredientes hacia el fondo del vaso, añadimos la leche, la manteca de vaca, la esencia de anís, los huevos, la levadura, la harina de fuerza, la sal y la masa madre reservada. Mezclamos 30seg /velocidad 6, y masamos 3 minutos. Dejamos reposar dentro del vaso durante 1 hora aproximadamente.
4-Bajamos la masa con la espátula y volvemos a amasar 1 minuto. Después retiramos la masa del vaso a la encimera, y procedemos del mismo modo que se indica más arriba.

Espero que os hayan gustado, y si os animáis a prepararlas en casa, os dejo unas fotos para que veáis el resultado final, por si os puede aportar alguna idea.


Una de las monas, presentada en papel de polipropileno decorado y rafia natural


Dos nuevas monas, presentadas en papel de polipropileno decorado con lazada múltiple


Chuches para acompañar a las monas, presentados en bolsas con motivos de Pascua

Termino por esta ocasión. Nos vemos dentro de unos días, mientras desearos que disfrutéis de estos días de fiesta y celebración.