domingo, 12 de junio de 2016

Pastel de fresas y chocolate


La receta de hoy la he visto hace poco en una revista de cocina. Fue ver la foto y conquistarme, de manera que tan pronto como tuve oportunidad la he puesto en práctica, y el resultado me ha encantado, tanto que no tardaré en repetir experiencia antes de que se acaben la fresas.

Eso sí, como no podía ser de otra manera tratándose de mí, la receta original la he tuneado un poco, le hice algunas modificaciones, como emborrachar el bizcocho, y disminuir la cantidad de azúcar, y la verdad es que en casa nos ha gustado mucho así ^_^

Os dejo con la receta, a ver si os gusta

Ingredientes (para 6-8 personas):

Para el bizcocho
-5 huevos
-100gr. de azúcar
-85gr. de harina floja
-35gr. de cacao en polvo Valor
-mantequilla y harina para espolvorear el molde

Para emborrachar el bizcocho
-1 vaso de agua
-1/2 vaso de azúcar
-cáscara de 1 naranja
-1 rama de canela

Para el relleno
-500ml de nata líquida
-125gr.de azúcar
-150 gr. de fresas

Para la decoración final
-100gr. chocolate Nestlé Postres
-150gr. de fresas

Preparación

En primer lugar hacemos el bizcocho, para ello separamos las yemas de las claras. Batimos con las varillas eléctricas las claras con el azúcar hasta formar un merengue firme. Aparte batimos las yemas hasta que dupliquen el volumen. 

Después mezclamos las yemas con las claras, poco a poco, y con movimientos envolventes, y por último agregamos la harina tamizada con el cacao también lentamente y con movimientos envolventes para que no se pierda aire. 

Finalmente vertemos la masa en un molde (en este caso he usado uno rectangular, pero serviría otro) untado con mantequilla y harina para evitar que se peque el bizcocho, y lo llevamos al horno, previamente precalentado a 200º, y lo dejamos cocer durante unos 30 minutos aproximadamente. Luego lo dejamos enfriar, lo desmoldamos y lo cortamos por la mitad.

El siguiente paso es hacer un almíbar para emborrachar el bizcocho, para ello ponemos al fuego todos los ingredientes, el agua, el azúcar, la rama de canela y la piel de naranja, una vez que levante el hervor, apagamos el fuego, dejamos infusionar, y cuando esté frío el almíbar, lo colamos y con él emborrachamos las dos partes del bizcocho.

Aparte, y mientras el almíbar enfría, montamos los 500ml de nata con 125gr. de azúcar, y luego pasamos la nata montada a una manga pastelera con boquilla rizada.

En cuanto a las fresas, las lavamos bien bajo el grifo del agua fría, le cortamos el rabito, y las cortamos en láminas.

Finalmente montamos el pastel, para ello colocamos una plancha de bizcocho sobre una blonda decorativa, encima colocamos una capa de fresas, luego una capa de nata, después otra de fresas, y encima la otra lámina de bizcocho. 

Después cubrimos la superficie con rosetones de nata y encima una capa de fresas, y por último decoramos con el chocolate que previamente habremos fundido en el microondas, y cuando esté tibio lo dejamos caer por encima con una cucharilla de café, y a guardarlo en el frigorífico hasta la hora de servir.

Saludos

domingo, 5 de junio de 2016

Macedonia de frutas


Después de unos días ausente en los que acompañé a mi madre en el hospital, de nuevo vuelvo a la rutina y a mi actividad en el blog, y con más ilusión si cabe, porque el problema de hiperglucemia de mi madre se solucionó, ya está mejor y vuelve a ser la de siempre.

La receta que hoy os traigo se la dedico a ella. Es un postre que todos conocéis, la macedonia de frutas, que ahora con la llegada del calor es una opción muy apetecible para la sobremesa.

La macedonia la podéis hacer con casi cualquier fruta, yo la vario según la temporada o lo que tenga por casa, intentando también que haya una variedad cromática, porque ya sabéis el dicho de que por la vista también se come :-)

En esta ocasión he utilizado las siguientes frutas

Ingredientes (para 4 personas):

-2 plátanos
-300gr. de fresas
-1 manzana
-2 kiwis
-1 naranja
-azúcar (al gusto)

Preparación:

Para preparar la macedonia lo primero es lavar muy bien la fruta, luego pelamos los kiwis y los cortamos en rodajas y cada rodaja a su vez la cortamos en cuatro trozos y los echamos en un bol. 

A los plátanos les retiramos la piel, los cortamos en rodajas y los añadimos al bol. 

La manzana podemos utilizarla con la piel o sin ella, le sacamos el corazón, la cortamos en cubitos y añadimos también al bol.  

Mondamos la naranja, la deshacemos en gajos, los cortamos por la mitad y los echamos en el bol.

Por último retiramos el rabito de las fresas, las cortamos en trozos pequeños y las incorporamos al bol con el resto de las frutas.

Después mezclamos bien toda la fruta y esparcimos el azúcar sobre ella, volvemos a mezclar y tapamos el bol con papel film y lo llevamos al frigorífico hasta la hora de servir. En ese momento repartimos la macedonia en copas de postre y regamos por encima con el líquido de maceración que hayan soltado.  Finalmente la podéis decorar con una hoja de menta, o con un rosetón de nata por ejemplo.

Hay quien utiliza algún licor para la maceración  de la fruta como por ejemplo el kirsch, otra opción es utilizar  el zumo exprimido de una naranja que sirve además para evitar que la fruta se oxide, sin embargo yo prefiero emplear solo azúcar, pero eso va según gustos.

Un abrazo

jueves, 26 de mayo de 2016

Mejillones a la vinagreta


Los mejillones en vinagreta son una preparación clásica de este  molusco, que apetece especialmente en esta época del año, con la llegada del calor. Sientan muy bien y además son muy completos desde el punto de vista nutricional.

Os dejo la receta para que veáis cómo los preparo yo,  a ver si os gusta

Ingredientes (para 6 personas)

-2 kg. de mejillones frescos
-1 tomate
-1/4 pimiento verde
-1/4 pimiento rojo
-4 huevos
-1 hoja de laurel

Para la vinagreta:

-210ml. de aceite de oliva virgen extra
-90ml de vinagre de vino
-sal

Preparación:

Primero con un cuchillo rascamos  la concha de los mejillones para sacarle las impurezas y luego los lavamos bajo el grifo del agua fría y los echamos en una olla, añadimos la hoja de laurel y medio vaso de agua, y ponemos al fuego. Cuando levanten el hervor esperamos unos 3 ó 4 minutos y luego apagamos el fuego, los escurrimos y les retiramos una de las conchas.

Por otro  lado cocemos en agua con sal los 4 huevos durante diez minutos desde que levanten el hervor, después los escurrimos, los ponemos en un recipiente con agua fría, y cuando estén fríos les retiramos la cáscara y los picamos muy finamente (yo al final incluso los aplasto con un tenedor)

Aparte picamos lo más fino posible tanto el tomate como los pimientos y los mezclamos con los huevos machacados, y luego vamos rellenando con esta mezcla los mejillones,

Por últimos hacemos la vinagreta, para ello picamos la cebolla finamente y la echamos en un cuenco, añadimos el vinagre, el aceite de oliva y la sal, removemos bien y después echamos una cucharadita de esta mezcla encima de cada mejillón.

Para terminar solo nos queda colocar de forma decorativa los mejillones en una fuente y llevarla al frigorífico, de dónde los sacaremos 30 minutos antes de servir.

Personalmente me gustan más de un día para otro, lo cual también tiene sus ventajas porque podemos prepararlos con antelación.

Nada más por hoy, espero que os haya gustado mi receta y que la pongáis en práctica.  Nos vemos en la próxima entrada que espero no tarde tanto como ésta.

Un beso a todos.

sábado, 14 de mayo de 2016

Tarta de queso al horno


Hoy de nuevo vengo con una receta dulce: la tarta de queso al horno. Hace mucho tiempo que la hago y no la cambio por ninguna otra. Es tan sencilla de elaborar que prácticamente no hay que hacer nada más que mezclar los ingredientes y luego meterla al horno y esperar a que esté cocida, algo que ya se ve casi a simple vista. 

Por otra parte está riquísima y no resulta nada empalagosa ni pesada, ya que al contrario que otras versiones de esta misma tarta no lleva harina, con lo cual mantiene cierto nivel de humedad que junto con el suave sabor a queso la convierte en un bocado muy apetecible. Por todo ello es una receta a la que recurro con frecuencia cuando vienen invitados a casa, porque suelo estar más atareada de lo normal, y con esta tarta soluciono la sobremesa sin ningún esfuerzo. 

Os animo a que la probéis, ya veréis como os gusta.

Ingredientes (para un molde de 20cm. de diámetro):

-250gr. de queso fresco de vaca
-6 huevos frescos
-200ml.de nata líquida
-100 gr. azúcar (variable según gustos)
-caramelo líquido para el molde (mejor casero)

Preparación:

Se mezclan en un bol todos los ingredientes menos la nata, es decir, los huevos, el azúcar y el queso (incluido el suero que suelta y que viene en el envase) y trituramos todo hasta que quede una pasta homogénea sin ningún grumo. 

Después añadimos la nata líquida sin montar y removemos ligeramente con una espátula hasta que se integre en la mezcla. Por último volcamos la mezcla en el molde previamente caramelizado y lo llevamos al horno al baño María, a 180º, calor arriba y abajo, hasta que veamos que está cuajada. 

En ese momento, sacamos del horno, dejamos enfriar y luego la llevamos al frigorífico, y la desmoldamos en el momento de servir.
Podéis acompañar las porciones de tarta con un rosetón de nata, con fruta fresca…, o con un café con leche como hice yo, que era lo que me apetecía en ese momento.

Comentaros que cuando la tarta esté en el horno veréis que sube bastante pese a no llevar levadura ni harina, eso es completamente normal, e incluso la parte de arriba puede que se os tueste algo, lo cual a mí personalmente me encanta, eso sí, si veis que se tuesta demasiado y aun no está cuajada del todo en el centro, le colocáis encima un trozo de papel de aluminio y continuáis con la cocción unos minutos más.

Una vez que se saca la tarta del horno y se deja enfriar, veréis que baja todo lo que había subido cuando estaba dentro del horno, es también algo normal, señal de que todo está saliendo bien.

Esta tarta es de ese tipo de postres que están mejor al día siguiente que el mismo día que se preparan, es como si con el tiempo se asentaran los sabores.

En esta ocasión he utilizado queso fresco de la marca el Ventero, y luego cuando me puse a leer los ingredientes vi que estaba elaborado con leche de vaca en su mayoría, pero incluía también un pequeño porcentaje de leche de cabra…, temí que eso afectara al resultado final, pero todo lo contrario, quizás tenía un sabor ligeramente más pronunciado que en anteriores ocasiones, pero que a mi me encantó, y creo que repetiré la experiencia.

Un saludo.

sábado, 7 de mayo de 2016

Revuelto de grelos con jamón y gambas


La de hoy es una receta de aprovechamiento porque sirve para dar salida a los grelos que nos hayan sobrado del cocido, pero al mismo tiempo, y pese a que no es un plato muy fotogénico, es digno de un banquete de fiesta, porque como diría Arguiñano está rico rico...

Como ocurre con todos los revueltos, es un plato muy sencillo de elaborar, de modo que si tenéis invitados en casa y no queréis complicaros mucho la vida tomad nota de esta receta porque con este revuelto triunfaréis seguro.

Los grelos son una verdura que fuera de Galicia no es fácil de encontrar fresca, pero los que tengáis ese problema podéis echar mano de los grelos en conserva, el resultado va a ser el mismo, de hecho en esta ocasión yo utilicé un bote de grelos en conserva.

Vamos con la receta

Ingredientes(para 4 personas):

-500gr. de grelos cocidos o en conserva
-8 huevos
-300gr. de gambas peladas
-200gr. de jamón serrano
-3 dientes de ajo
-aceite de oliva virgen extra

Preparación:

En primer lugar cubrimos el fondo de una sartén antiadherente con aceite de oliva virgen extra y echamos los tres dientes de ajo picados finamente, cuando empiecen a dorarse echamos las gambas y con una cuchara de madera removemos de vez en cuando hasta que estén cocidas y se haya consumido todo el agua que sueltan.

Entonces añadimos el jamón serrano cortado en trocitos pequeños, mezclamos con las gambas y acto seguido añadimos los grelos bien escurridos y cortados en tres ó cuatro trozos, seguimos rehogando todo junto hasta que veamos que el agua que le haya podido quedar a los grelos se ha consumido.

A continuación añadimos los huevos batidos, y removemos constantemente hasta que el huevo esté cuajado, procurando que nos quede un revuelto jugoso, ni muy líquido ni muy seco.

Comentaros que el peso de los grelos que figura en la lista de ingredientes, es el peso escurrido. El peso neto del bote que utilicé era de 800gr.

El secreto de este sencillo plato es encontrar el punto exacto del revuelto, lo que os decía en líneas anteriores, ni líquido ni excesivamente seco. Lo primero se consigue escurriendo muy bien los grelos, y dejando que el agua que les pueda quedar se consuma luego en la sartén cuando los rehogamos, lo mismo con las gambas, debemos dejar que se consuma todo el líquido que sueltan al echarlas en la sartén. 

Y para evitar que nos quede un revuelto muy seco, es cuestión de ir vigilando la cocción del huevo, y en cuanto esté cuajado retirar la sartén del fuego.

Un abrazo.

viernes, 29 de abril de 2016

Tocinillo de cielo



El tocinillo de cielo es un dulce tradicional, típico sobre todo de Andalucía, donde todo parece indicar que tuvo su origen, concretamente en la provincia de Cádiz, en Jerez de la Frontera para ser más exactos. 

Al parecer los bodegueros de esta zona utilizaban claras de huevo para el proceso de clarificación del vino, y lógicamente eso creaba un excedente de yemas de huevo, las cuales regalaban a las monjas y fueron ellas las que con sólo agua, azúcar y yemas crearon esta auténtica delicatessen.

El nombre de tocinillo de cielo se debe por un lado a su aspecto y textura, y por otro lado es debido a su origen religioso, pues lo elaboraban las monjas en el convento.

Paso ya a daros la receta, veréis que fácil es

Ingredientes:

-6 yemas de huevo
-250gr. de azúcar
-125ml. de agua
-caramelo líquido para el molde

Preparación:

Primero caramelizamos el molde, lo ideal sería hacer el caramelo en casa, para ello ponemos un vaso de azúcar en una sartén antiadherente y añadimos una cucharilla del café de agua, dejamos que se vaya haciendo el caramelo removiendo con un utensilio de madera para que no se queme el azúcar. 

Cuando el caramelo esté listo, cubrimos con él la base y las paredes del molde y reservamos.

Aparte ponemos en un cazo el agua y el azúcar al fuego, cocemos durante unos veinte minutos hasta que el agua se vaya evaporando y se forme un almíbar que alcance el punto de hebra. Sabréis que ha alcanzado ese punto cuando al coger una cucharada de almíbar y dejarla caer no lo hace de golpe, sino que se forma una especie de hilo o hebra. Se observa sobre todo al final que las últimas gotas se van deslizando de la cuchara poco a poco. 

Otra forma de saberlo es coger un poco del almíbar entre los dedos índice y pulgar, y si al separarlos vemos que se forma ese hilo o hebra del que os hablaba, es que está en el punto deseado. Entonces apartamos del fuego y dejamos que enfríe un poco.

Por otro lado batimos las yemas en un cuenco y cuando el almíbar esté templado se lo añadimos al cuenco de las yemas poquito a poco, y sin dejar de batir. 

Por último pasamos la mezcla por un colador, y la echamos en el molde caramelizado. Finalmente lo llevamos al horno, a 170º baño María, calor arriba y abajo, durante unos 40 minutos aproximadamente. 

Antes de sacarlo del horno pinchamos con un palillo o un cuchillo y si sale limpio es que ya está listo, de lo contrario continuamos con la cocción unos minutos más hasta que esté.

En último lugar retiramos del horno, dejamos enfriar a temperatura ambiente, y luego lo llevamos al frigorífico hasta que lo vayamos a desmoldar para servir. Podéis hacer como yo y servirlo en cuadraditos, o bien en porciones y acompañado de un rosetón de nata, con alguna fruta fresca... En fin, eso según los gustos y la imaginación de cada uno.

Aclararos antes de finalizar que el azúcar que figura en la lista de ingredientes es el que se utiliza para la elaboración de la receta en sí misma, no el empleado para hacer el caramelo.

Un abrazo y hasta pronto

sábado, 23 de abril de 2016

Sopa de ave con fideos y verduras


Estos días de atrás en los que he estado con bronquitis he tomado muchas sopas y purés por prescripción médica. En uno de esos días hice una sopa de ave con verduras y fideos que os presento a continuación.

Ingredientes:

-6 litros de agua
-2 carcasas de ave (mejor gallina, sino pollo)
-6 puerros
-1 calabacín grande
-1 cebolla
-2 tomates medianos
-3 zanahorias medianas
-1 taza de guisantes finos
-1 manojo pequeño de judías verdes frescas
-6 huevos duros
-apio
-250gr. de fideos finos
-sal
-aceite de oliva virgen extra
-azafrán

Preparación:

Primeramente ponemos una olla con los seis litros de agua al fuego y añadimos el apio y las dos carcasas de ave limpias de restos de pieles y de grasa, y con ello preparamos un caldo, dejando cocer a fuego bajo durante una hora aproximadamente. 

Después retiramos el apio, y las carcasas de ave, las cuales llevamos a una fuente, las dejamos enfriar y luego le sacamos toda la carne que tengan y reservamos, el caldo por un lado y la carne picada por otro.

En otra olla o cazo ponemos agua fría al fuego, cuando empiece a hervir añadimos los huevos con cuidado de que no se rompan, y cuando levanten de nuevo el hervor, mantenemos en el fuego durante diez minutos, luego retiramos, escurrimos el agua caliente, los cubrimos de agua fría, y cuando estén fríos retiramos la cáscara y reservamos.

Aparte, mientras se va haciendo el caldo de ave, y se van cociendo los huevos, ponemos una olla o una sartén antiadherente al fuego, cubrimos la base con aceite de oliva virgen extra, y echamos la zanahoria previamente pelada y limpia, cortada en trocitos pequeños, y las judías, las cuales habremos lavado bien bajo el grifo y luego cortado el rabito y la punta, y después las picamos también en trozos pequeños para lo cual las cortamos en dos mitades longitudinalmente y luego transversalmente en trozos los más finos posible. 

Removemos de vez en cuando, y transcurridos cinco minutos añadimos los puerros y la cebolla cortados también muy finos, rehogamos todo junto unos minutos más, y en una tercera tanda echamos el calabacín (con la piel) cortado en cubitos pequeños y los tomates rallados, y lo rehogamos todo junto (zanahorias, judías, puerros, cebolla, calabacín y tomates) durante unos veinte minutos aproximadamente, a fuego bajo y removiendo de vez en cuando.

Por último añadimos los guisantes al caldo de ave que teníamos reservado, los dejamos cocer unos diez minutos, a continuación echamos el sofrito de verduras, los huevos duros picados, los fideos, el azafrán, y la sal, y dejamos cocer la pasta el tiempo que nos indique el fabricante en el envase. Transcurrido ese tiempo, apagamos el fuego, y dejamos reposar unos minutos antes de servir.

Bien calentita, en un día invierno que haga frío, sienta muy bien al cuerpo. Y cuando uno está constipado ya no digamos. 

Es cierto que da un poco de trabajo si no tenemos un procesador de alimentos que nos ayude a picar la verdura, pero podemos hacer gran cantidad como hice yo en esta ocasión y guardarla en el frigorífico durante días, y así al llegar a casa solo tenemos que calentar la sopa y listo.

Saludos.