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domingo, 21 de mayo de 2023

Tarta Red Velvet con frutos rojos y frosting de queso

La receta de hoy me hace especial ilusión tenerla en el blog, porque fue la tarta que decidí preparar cuando a principios de este año una amiga me pidió si le hacía una tarta para las bodas de oro de sus padres.

Desde el principio supe que tenía que tratarse de una tarta con la suficiente consistencia y firmeza, pues había que trasladarla al lugar del convite, con lo que eso significa.

Paralelamente una amiga que conocí hace ya unos años en la blogosfera (espero algún día dar el paso del mundo virtual al real, y tomarme un café con ella) coincidió que por esas fechas publicó el video de una tarta Red Velvet. Os hablo de Puri, la autora del blog; willyviajera

Desde el principio que vi el video que subió Puri, supe que esa iba a ser la tarta elegida, porque reunía los requisitos de consistencia y firmeza que necesitaba, y aunque nunca había hecho la tarta Red Velvet (la había probado en un par de ocasiones, pero nunca la había preparado yo), viniendo la receta de Puri, sabía que iba a acertar, como así ha sido.

Un par de semanas antes de las bodas de oro de los padres de mi amiga, coincidió que estaba de cumpleaños el hijo de otra amiga, y también le hice yo la tarta. ¿Adivináis cuál fue la tarta elegida…? Pues sí, ha sido la Tarta Red Velvet, porque aunque de Puri me fio totalmente, quería hacer un ensayo primero, y no había mejor ocasión para ello.

El resultado ha sido del todo satisfactorio, a la gente le encantó, y a mí también me gustó, más que las que recordaba haber comido en su día.

Así que llegados a este punto solo me queda indicaros la lista de ingredientes, y la posterior elaboración, y por supuesto darle las gracias a Puri, y recomendaros que visitéis su blog y os suscribáis a su canal, porque tiene recetas muy variadas, tanto dulces como saladas. Para ver el vídeo de esta tarta que subió Puri, pinchad aquí.

Ingredientes:

Para el bizcocho

-300gr. de harina de repostería
-20gr. de cacao puro en polvo
-1 cucharadita de levadura química Royal
-una pizca de sal
-2 huevos
-300gr. de azúcar
-200ml. de aceite de oliva suave (el mío de Aceites Abril)
-1 cucharadita de pasta de vainilla (en su defecto sustituir por esencia de vainilla)
-butter milk (240gr. de leche entera y 30gr. de zumo de limón)
-colorante en gel rojo
-3 cucharaditas de vinagre de manzana
-1 cucharadita de bicarbonato

Para el frosting de queso:

-200gr. de mantequilla
-300gr. de queso crema (el mío de Quescrem)
-200gr. de azúcar glas
-1 cucharadita de esencia de vainilla
(Opcional)
-6 hojas de gelatina
-40ml. de leche entera

Para el relleno y la decoración

- frosting de queso 
-frutos rojos (fresas, frambuesas y arándanos)

Elaboración:

Comenzaremos preparando el bizcocho, para ello primero preparamos la butter milk añadiendo a un cuenco 240gr. de leche entera y 30gr. de zumo de limón. Removemos con una cuchara y dejamos reposar como mínimo 10 minutos.

En un recipiente aparte mezclamos los ingredientes secos; la harina, el cacao, la levadura en polvo y la sal, y reservamos.

En otro recipiente batimos los 2 huevos con el azúcar hasta que espumen, después le añadimos el aceite y la pasta de vainilla y seguimos batiendo. Reservamos.

Al cuenco donde teníamos la butter milk en reposo le añadimos colorante rojo en gel y mezclamos hasta obtener un color rojo intenso. Dado que el bizcocho en el horno pierde intensidad de color, si le echáis muy poco después no saldrá con el color rojo que estamos buscando. En todo caso si os quedáis cortos con el colorante, no os preocupéis que más adelante tendréis la ocasión de añadirle más.

Continuamos con la elaboración del bizcocho, y ahora le añadiremos al cuenco que contiene los huevos, la butter milk coloreada de rojo, mezclamos un poco y seguidamente vamos añadiendo poco a poco la mezcla de harina, cacao, levadura y sal que teníamos reservada. Cuando esté todo integrado, desleímos en tres cucharaditas de vinagre de manzana, una cucharadita de bicarbonato, y lo añadimos a la mezcla anterior.

Antes de meterlo en el horno, nos fijamos que la masa del bizcocho tenga un intenso color rojo, si no es así le añadimos un poco más y lo integramos hasta tener un tono homogéneo.

Finalmente vertemos la masa en un molde, con papel de hornear en la base, y untado con mantequilla y espolvoreado de harina en los laterales, y lo llevamos al horno precalentado a 180ºC en la parte central del mismo.

En el momento de introducir el bizcocho dentro del horno, bajamos la temperatura del mismo a 160-170ºC lo dejamos cocer de 50 a 60 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio.

Cuando el bizcocho esté listo, lo dejamos enfriar sobre una rejilla antes de desmoldarlo. Después con un cuchillo cortamos la parte superior para dejarlo plano (esta capa la podéis desmigar con las manos, y aprovechar las migas para la decoración de la tarta).

El bizcocho que nos queda, lo cortamos horizontalmente por la mitad para conseguir dos planchas y reservamos. Si lo hacéis el día anterior como en mi caso, dejadlo dentro de una bolsa de plástico para que no se reseque.

Una vez que tengamos listo el bizcocho tenemos que preparar el frosting de queso, para ello mezclamos en el bol de la batidora la mantequilla a punto pomada (significa que ha de estar a temperatura ambiente y con una textura similar a la de una pomada) y batimos hasta que blanquee. Después añadimos el queso y seguimos batiendo hasta integrarlo, y a continuación incorporamos el azúcar y la vainilla y batimos hasta lograr una crema suave con aspecto sedoso.

En mi caso para evitar problemas con el frosting, y que aguante firme, tengo un truco que he visto por internet (no cito la fuente porque no la recuerdo) y que consiste en añadir 6 hojas de gelatina previamente hidratadas, disueltas en 40ml. de leche caliente, se deja que baje la temperatura de la mezcla hasta que esté tibia, y luego la añadimos al froting, batimos unos minutos hasta que esté todo integrado, y listo para introducirlo en una manga pastelera y decorar con él nuestro pastel.

En este caso para aportarle frescor a esta tarta de por sí deliciosa, pero tal vez un poco empalagosa para los que no les gustan los postres excesivamente dulces, les he añadido al relleno fruta fresca, concretamente frutos rojos, mayormente fresas troceadas, cuyo sabor ácido complementa muy bien los sabores de esta tarta. También le añadí arándonos frescos, estos lógicamente enteros, los cuales al morderlos, la sensación en boca es inigualable. En menor medida le añadí frambuesas, estas solo las utilicé para la decoración de la tarta, en el relleno no las puse.

Respecto a la decoración, mezclé parte del frosting con la fruta para el relleno, luego cubrí los bordes con frosting, y decoré con frutos rojos y flores naturales.

 

La foto de arriba es de la tarta que preparé para el cumpleaños del hijo de mi amiga. Abajo os dejo dos fotos del corte para que veáis cómo queda por dentro.

La primera foto de este post corresponde a la tarta que preparé para las bodas de oro de los padres de mi amiga. Yo quería hacer una tarta redonda de dos pisos, pero ella la prefirió rectangular.

En fin, parece una tarta complicada, sobre todo por la cantidad de ingredientes que lleva, pero os aseguro que no lo es. Es un poco laboriosa, como la mayoría de tartas de este tipo, pero no es nada difícil. 

En cuanto al sabor, aun a sabiendas de que este tipo de tartas no son de mis preferidas, quedé muy contenta con el resultado. También por lo que me contaron, tuvieron mucho éxito entre los invitados, y eso es para mí la mayor recompensa.

Bueno, pues por fin termino por esta ocasión. Dentro de unos días si la alergia me lo permite, volveré con una nueva receta.

¡Os espero! Hasta entonces. Un abrazo.

lunes, 13 de febrero de 2023

Tarta de queso sin horno


Cómo pasa el tiempo, ya estamos a mediados de febrero, y mañana es el día de San Valentín, el Dios del Amor y la Amistad.

Yo no soy de celebrar estas fechas, creo que las amistades hay que cuidarlas siempre, y estar ahí para lo que haga falta en los momentos complicados, y el amor hay que demostrarlo todos los días, pero es verdad que tener un detalle especial ese día con nuestra pareja tampoco es malo, al contrario, y no tiene por qué ser caro, es más una cuestión de actitud que una decisión de tipo monetario.

El año pasado hice una tarta de queso con forma de corazón, y dado que hoy es víspera del día de los enamorados, creo que es la fecha ideal para publicarla.

Es una tarta que no va al horno, y es muy fácil de hacer. La mayoría seguro que ya la conocéis, pero os enseño cómo la preparo yo. 

Ingredientes:

-1 paquete de galletas tipo María
-80gr. de mantequilla derretida
-500gr. de queso crema (el mío de Quescrem)
-200gr. de leche entera
-200gr. de nata de montar
-2 sobres de cuajada
-150gr. de azúcar
-mermelada de fresa o de frutos rojos (la mía es casera de fresa)
- fruta fresca para decorar: fresas o frutos rojos (opcional)

Elaboración:

Comenzamos preparando una base de galletas, para ello trituramos bien las galletas metiéndolas en una bolsa de plástico y aplastándolas con un rodillo de cocina. Luego echamos las galletas trituradas en un bol, y añadimos la mantequilla derretida. 

Mezclamos bien y después con esta mezcla de galletas y mantequilla cubrimos la base del molde, sobre la cual habremos puesto previamente papel de hornear, presionando con el dorso de una cuchara para que compacte, y mientras seguimos con la preparación de la tarta ponemos el molde en el congelador, para así asegurarnos de que la mantequilla se endurece, y la base de galleta no rompe.

Una vez terminada la base, continuamos con la preparación de la tarta, para ello ponemos un cazo al fuego, añadimos la nata, el azúcar, el queso y los dos sobres de cuajada diluidos en la leche. Removemos bien para que la mezcla no se pegue, y cuando esté a punto de ebullición, retiramos del fuego, dejamos enfriar un par de minutos, y la vertemos en el molde sobre la base de galletas, dejándola caer muy suavemente sobre el dorso una cuchara, para que no rompa la base de galletas. 

Después la dejamos enfriar a temperatura ambiente, y cuando esté fría la llevamos al frigorífico hasta el momento de servir, y es entonces cuando la desmoldamos, y decoramos por encima con una capa de mermelada de fresa o de frutos rojos, y si queréis podéis poner también alguna fruta fresca, en este caso unas fresas o unos frutos rojos que son los que mejor le van a esta tarta.

También se puede preparar en la thermomix, para ello debéis seguir los siguientes pasos:

1- Echamos las galletas en el vaso, y programamos 15 segundos /velocidad 8

2- Con la espátula bajamos las galletas, añadimos la mantequilla (en este caso a temperatura ambiente) y programamos 3 minutos / 50ºC/ velocidad 3. Luego extendemos la mezcla en el molde, sobre papel de hornear, extendiéndola y presionando con el dorso de una cuchara para que quede bien compacta y la llevamos al congelador.

3- Añadimos el queso, la leche, la nata, el azúcar y los dos sobres de cuajada al vaso, y programamos 9 minutos / 90ºC/ velocidad 4

4- Vertemos la mezcla sobre la base de galletas, volcándola suavemente sobre el dorso de una cuchara, y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Después cuando esté fría la llevamos al frigorífico hasta el momento de servir, que la desmoldamos y la decoramos con mermelada de fresas o de frutos rojos.

Como veis es una tarta muy fácil y muy rica. Esta era la tarta favorita de mi madre, así que con vuestro permiso, y todo mi cariño, se la dedico a ella.

Espero que os haya gustado. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta.

Hasta entonces. Un abrazo.

lunes, 26 de diciembre de 2022

Tarta Mousse de Turrón de Jijona


Estos días estoy inspirada, y de hecho creo que es la primera vez que publico dos entradas en días consecutivos, desde que creé el blog, allá a mediados de julio del 2015.

¡Dios mío cómo pasa el tiempo!, parece que fue ayer, sin embargo cambiaron tantas cosas desde entonces a mi alrededor… Personas con las que me unía un vínculo tan fuerte que consideraba indestructible, y sin embargo desaparecieron de mi vida, y además en un momento muy complicado para mí.

Afortunadamente, de la incredulidad y la tristeza inicial, pasé a sentir una gran paz interior. La deslealtad y la traición de esas personas, ha sido sin duda el mayor y el mejor aprendizaje que he tenido nunca. Ha sido como una sanación. Después de lo ocurrido siento una paz que nunca había sentido,  y que ha creado una conexión especial con mis antepasados, porque los problemas venían de atrás, pero las máscaras tardaron en caer.

En estos últimos años he pensado mucho en mis padres, he tenido muchos diálogos imaginarios con ellos, y tengo la absoluta convicción de que están orgullosos por cómo me he comportado en todo este asunto.

En fin, me estoy desviando del tema, pero es que estas fechas me ponen melancólica. Ya tengo tendencia a ello de por sí, soy lo que definirían como una persona PAS (persona altamente sensible), y para más inri, tímida e insegura.   El caso es que se acerca Fin de Año, y eso nos invita a hacer balance. Son fechas para echar una mirada atrás y recordar a los que no están físicamente a nuestro lado, pero que vivirán siempre en el recuerdo.

Es tiempo también para ponerse metas de cara al nuevo año, que luego casi siempre quedan en simples propósitos, al menos en mi caso. 

También para reflexionar acerca de nuestra existencia… Yo como podéis comprobar soy mucho de comerme el coco, aunque últimamente ya estoy haciendo algo de callo, y ciertos comportamientos que antes me podían arruinar el día, o incluso la semana entera, ahora apenas me inmutan. 

Podía tratarse de algo tan simple como cruzarme con algún conocido por la calle y que no me saludara; podía ser una mirada o un gesto que yo por alguna razón interpretaba como de rechazo (que no necesariamente significaba que lo fuera), el caso es que sufría por todo, y me he dado cuenta de que no puedo vivir así, esperando siempre la aceptación de los demás, que tengo que vivir mi propia vida, y no preocuparme por lo que los demás digan o piensen de mí. Lo importante es ser fiel a mí misma, a mis principios, no hacer daño a nadie, y por lo demás, como decía Violeta Parra: ”Gracias a la vida que me ha dado tanto/ Me ha dado la risa y me ha dado el llanto…”

Bueno, vamos a lo que importa, que es la receta que os traigo hoy; una tarta mousse de turrón de Jijona, conocido también como turrón blando.

Ya os decía ayer que a mí no me gusta este turrón, me resulta muy empalagoso, en cambio en esta tarta entra muy bien, porque es una tarta con un sabor suave a turrón, que está deliciosa, os lo prometo.

Tiene también otra ventaja, y es que se prepara el día anterior, o incluso la antevíspera, y además es muy fácil de preparar y se tarda muy poco tiempo.

Incluso tiene otra ventaja añadida, y es que en casi todos los hogares cuando finalizan estas fiestas quedan sobras de turrón, pues bien, no os preocupéis, con esta tarta las podéis “reciclar” y de paso disfrutar de un bocado delicioso.

Si el día de Fin de Año cenáis en casa, o la comida del día de Año Nuevo, o bien el día de Reyes, y no tenéis un postre elegido, os recomendaría esta tarta sin dudarlo.

Para prepararla vais a necesitar los siguientes

Ingredientes:

-500ml de nata de montar 35% M.G.
-1 tableta de 250gr de turrón de Jijona
-120ml. de leche
-1 yema de huevo
-7 hojas de gelatina
-1 base de bizcocho genovés (es el mismo bizcocho que el del brazo de gitano que podéis ver pinchando aquí)

Para el almíbar de bañar el bizcocho:

-1 vaso de agua
-1/2 vaso de azúcar
-1/2 vaso de brandy

Para decorar
-almendra crocante
-virutas de chocolate
-christmas toppers

Preparación:

Comenzamos poniendo las hojas de gelatina en agua fría. Reservamos.

Cortamos la plancha del bizcocho del tamaño de la base de un molde desmontable. El mío es el molde de Lekué de 23cm., que tiene una base cerámica, que permite servir directamente la tarta en la misma, pero si no tenéis ese molde, cortáis un círculo de papel de hornear del tamaño de la base del molde, y después ponemos la plancha de bizcocho encima.

Lo siguiente será emborrachar el bizcocho, para ello hacemos un almíbar ligero poniendo 1 vaso de agua y ½ vaso de azúcar al fuego, cuando hierva y el azúcar se haya disuelto, añadimos ½ vaso de brandy, dejamos que hierva unos minutos más para que se evapore el alcohol, y con el almíbar caliente, y la ayuda de un pincel de silicona, emborrachamos bien todo el bizcocho. Reservamos.

Aparte batimos la leche y la yema de huevo. Ponemos al fuego, y cuando esté a punto de entrar en ebullición, añadimos el turrón previamente desmenuzado (las manos bien limpias son la mejor herramienta). Removemos la mezcla con una cuchara de madera, durante unos minutos, intentando deshacer los grumos de turrón. Después de que el turrón esté bien integrado (si os siguen quedando grumos podéis utilizar la batidora para deshacerlos), vamos añadiendo las hojas de gelatina de una en una, hasta integrarlas todas. Reservamos.

Cuando la mezcla de turrón esté templada, montamos la nata en la batidora, y luego la añadimos a la nata, y continuamos batiendo unos segundos hasta conseguir una mezcla homogénea.

Por último echamos esta mezcla en el molde, alisando la superficie con una espátula, y guardamos en la nevera unas 8 horas. Mejor dejarlo de un día para otro.

Por último solo nos queda desmoldar, decorar con virutas de chocolate y almendra crocante, y si tenéis por casa algún adorno típico de estas fechas también se lo ponéis, porque  queda bonito, y por los ojos también entra la comida.

Y esto ha sido todo por hoy. Espero que la receta haya sido de vuestro agrado.

Un abrazo.

miércoles, 29 de junio de 2022

Coca de hojaldre y cabello de ángel


En el anterior post publiqué la receta de la coca de San Juan, y hoy os presento la receta de otra coca, en este caso una coca de hojaldre con cabello de ángel. 

Las dos están exquisitas, aunque la de hoy es mucho más sencilla de preparar, salvo que optéis por hacer el hojaldre en casa, en cuyo caso, más abajo en la lista de ingredientes os dejo el enlace a la receta que tengo publicada en el blog desde hace tiempo. Animaros con el hojaldre, no es difícil, solo es un poco laborioso, pero dado que congela perfectamente, podéis prepararlo con antelación.

Para hacer esta coca, necesitaréis los siguientes 

Ingredientes:

-2 placas de hojaldre rectangulares (ver receta pinchando aquí)
-400gr. de cabello de ángel
-un puñado de piñones o de almendra picada
-una pizca de azúcar para espolvorear por encima
-1 huevo para pintar por encima

Preparación:

Comenzamos colocando una placa de hojaldre en la bandeja, sobre papel de hornear, y con un tenedor pinchamos para que no suba.


A continuación distribuimos uniformemente el cabello de ángel.


Después cubrimos con la otra plancha de hojaldre, pincelamos con huevo batido, y con un tenedor aplastamos los bordes.


Por último espolvoreamos un poco de azúcar por encima, y luego esparcimos por toda la superficie o bien piñones, o bien almendra picada.




Llevamos al horno, precalentado a 180º con calor arriba y abajo, y en la parte central, hasta que el hojaldre adquiera un bonito color dorado.


Después colocáis la bandeja del horno sobre una rejilla, y cuando enfríe  servís la coca en una bandeja con blonda, y lista para degustarla.

Abajo os dejo una foto del corte para que veáis cómo queda, y respecto a la primera foto, como podéis apreciar lleva piñones por encima, a diferencia de las demás que llevan almendra en grano, y eso es porque son fotos que le hice a dos cocas preparadas en distintas fechas. A mí me gusta más con piñones, pero eso va en gustos.

Otra diferencia en la primera foto con respecto a las otras, es que la coca aparece cortada en porciones, algo lógico, pues no va a comer toda la coca una sola persona, y de una sentada, pero os hago referencia a ello, porque mi consejo es que la cortéis antes de hornear, porque las láminas de  hojaldre una vez horneado son tan finas que se rompen al hacer presión con el cuchillo.



Bueno, pues espero que os haya gustado la receta de hoy. Hasta la próxima.

Un abrazo y gracias por seguirme.

viernes, 22 de abril de 2022

Monas de Pascua 2022

Un poco más tarde de lo que tenía previsto, os muestro las Monas de Pascua que hice este año.

Aquí en Galicia, igual que en otras regiones de España, como por ejemplo en Cataluña, es costumbre que los padrinos agasajen a sus ahijados con las conocidas como "Monas de Pascua", que en Galicia tradicionalmente consistía en una “Rosca de Pascua” o una “Trenza de Pascua” cuya imagen os muestro abajo. La masa es la misma que la del “Roscón de Reyes”, y la receta la podéis ver pinchando aquí.

En Cataluña sin embargo, las monas suelen ser de huevos y figuras de chocolate, costumbre que también ha arraigado últimamente aquí en Galicia, por eso algunas monas como las de la foto que encabeza este post, son de huevos de chocolate, decorados con papel de polipropileno con un estampado propio de estas fechas.

Por último hice una tarta que decoré también con motivos de Pascua: un conejito y mini huevos de chocolate. La imagen es la que os muestro arriba. La tarta era de zanahoria, la famosa carrot cake, y la receta la podéis ver pinchando aquí.

Y esto ha sido todo por hoy, pronto volveré con una nueva receta. Hasta entonces que seáis muy felices.

Un abrazo.

lunes, 14 de marzo de 2022

Tarta de hojaldre con frutas


Para este post he elegido una receta dulce que lleva años en la carpeta de borradores esperando su turno, porque al pretender que el contenido del blog vaya acorde con la época del año en el que nos encontramos, sucede que la receta de hoy, la tarta de hojaldre y frutas, no es típica de un época en concreto como ocurre por ejemplo con los dulces de Carnaval (orellas, filloas, rosquillas, flores, etc.), de Semana Santa (torrijas, pestiños, leche frita…), Pascua (monas de Pascua, trenzas, bollos…) Navidad (mantecados, polvorones, mazapanes, panettones, y un largo etcétera).

Por lo mismo que os acabo de contar, tampoco tiene lógica publicar la receta de un cocido en el mes de agosto, ni la receta de un helado en diciembre (aunque mucha gente los come durante todo el año), y es debido a todo ello que no le había llegado el día a la tarta de hojaldre con frutas.

¡Qué deciros de esta tarta…!, ya sabéis que el hojaldre está delicioso tanto con dulce como con salado, y en concreto con fruta de temporada y una crema pastelera de base, queda una tarta muy vistosa, llena de vitaminas, y sobre todo riquísima.

Lo más complicado de esta receta es elaborar la masa de hojaldre, más que complicado lleva su tiempo, pero si sustituís el hojaldre casero por el comprado, el resto de la preparación de la tarta está al alcance de cualquiera, incluso de los más negados para la cocina.

Sin más rodeos, paso ya a detallaros la lista de ingredientes, en la cual os dejo el enlace a la receta de elaboración de la masa de hojaldre, por si os animáis a realizar en casa todo el proceso.

Ingredientes:

-1 placa de hojaldre (ver receta aquí)
-fruta variada (kiwis, fresas, plátanos, melocotón en almíbar)
-500ml. de leche entera
-45gr. de maicena
-3 yemas de huevo
-100gr. de azúcar
-1 rama de canela
-la cáscara de un limón (solo la parte amarilla, sin nada de la piel blanca interior)

Preparación:

En primer lugar horneamos la plancha de hojaldre, para ello la estiramos y la pinchamos con un tenedor para que no suba durante el horneado. Luego la introducimos en el horno, precalentado a 180º, en la parte central, con fuego arriba y abajo, hasta que tenga un bonito color dorado. Entonces la sacamos del horno y la dejamos enfriar sobre una rejilla.

Mientras aprovechamos para preparar la crema pastelera, para ello de los 500ml de leche reservamos un vaso y el resto lo ponemos en un cazo al fuego, con la cáscara de limón y la rama de canela. Cuando levante el hervor, apartamos del fuego y dejamos que la leche infusione hasta que esté completamente fría. En ese momento la colamos para retirar las pieles del limón y la canela, y la echamos en una olla, añadimos el azúcar, y llevamos de nuevo al fuego hasta que alcance el punto de ebullición.

Entre tanto añadimos al vaso de leche que habíamos reservado las 3 yemas de huevo batidas y la maicena, mezclamos bien y cuando la leche comience a hervir, añadimos esta mezcla, bajamos el fuego al mínimo, y removemos constantemente hasta que espese, en ese momento retiramos del fuego, cubrimos con film transparente para evitar que se forme costra, y la dejamos enfriar. Cuando esté fría la introducimos en una manga pastelera de boquilla rizada y reservamos.

Por otro lado lavamos bien la fruta, y cortamos los plátanos en rodajas, las fresas en láminas, los kiwis los cortamos en rodajas, y cada rodaja la cortamos a la mitad, y por último los melocotones en almíbar los cortamos como si se tratara de gajos de naranja.

Una vez que tenemos toda la fruta procesada, la extendemos sobre una superficie limpia, y espolvoreamos azúcar glas por encima, que al derretirse le dará un bonito aspecto brillante.

Finalmente solo resta montar la tarta, y para ello encima del hojaldre colocamos la crema pastelera, y sobre esta distribuimos la fruta al gusto, procurando que quede con un aspecto bonito.

Y para finalizar, daros las gracias por leerme, y emplazaros para dentro de unos días que volveré con una nueva receta.

Hasta entonces. Un abrazo.

domingo, 11 de octubre de 2020

Tarta de queso del restaurante La Viña (San Sebastián Cheesecake)

Después de más de un mes sin publicar, hoy vuelvo con una nueva receta, y esta vez con una propuesta dulce que seguro que la mayoría ya conocéis, se trata de la afamada tarta de queso del restaurante La Viña de San Sebastián

Fijaros si es famosa que es considerada una de las mejores tartas de queso del mundo, pues además de arrasar en las redes, su fama traspasa fronteras llegando incluso a países como Japón o Turquía. En el extranjero la conocen como San Sebastián Cheesecake.

En el restaurante la Viña del casco viejo de San Sebastián llevan muchos años preparándola, y en el 2018 fue reconocida como la mejor tarta de queso de España.

Si os gustan las tartas de queso, en especial las horneadas, no dejéis de hacerla porque no tiene ninguna dificultad y estoy segura de que os encantará.

Los ingredientes necesarios para elaborarla son:

-600gr. de queso crema philadelphia
-300ml de nata líquida de montar (35% M.G.)
-230gr. de azúcar
-4 huevos grandes
-15gr. de harina

Preparación:

En un cuenco batimos el queso crema y el azúcar con unas varillas, cuando estén mezclados añadimos los huevos ligeramente batidos y removemos hasta que esté todo integrado. No necesitamos introducir aire en la mezcla, simplemente se necesita que quede una mezcla homogénea.

Seguidamente añadimos la nata sin montar y la harina tamizada y batimos solo hasta que veamos que está todo mezclado y no queda ningún grumo de harina.

A continuación cogemos una lámina de papel sulfurizado o papel de hornear, la mojamos bajo el grifo del agua fría, luego la arrugamos para escurrirle el agua, y con ella forramos el molde.

Con el horno precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo, horneamos de 50 minutos a 1 hora, dependiendo de si queremos que salga con el centro cremoso o con cocción completa.

Durante la cocción en el horno la tarta sube mucho, y al sacarla bajará bastante, de todos modos para evitar que baje en exceso, una vez que esté cocida apagamos el horno, abrimos ligeramente la puerta, y la dejamos en el interior durante aproximadamente 5 minutos. Después la retiramos y la colocamos sobre una rejilla hasta que enfríe por completo.

Por último cuando esté fría la dejamos en la nevera durante 24 horas, para que se asienten los sabores. Se desmolda cuando se vaya a servir, es decir, después de pasar por el frigorífico, porque conviene que esté bien fría para evitar que se deforme al desmoldarla.

Como veis es una receta de lo más sencilla, con la que quedar de lujo cuando tengáis invitados en casa, sin pasar apenas trabajo y con la ventaja añadida de que se prepara con antelación.

Nada más por esta ocasión. Dentro de unos días os espero con una nueva receta.

Un abrazo

martes, 14 de julio de 2020

Clafoutis de cerezas


Hoy por fin he sacado un hueco para sentarme delante del ordenador y así poder compartir con vosotros una receta muy rica y propia de esta época de finales de primavera y principios del verano, pues lleva como ingrediente principal las cerezas, y es en esa época cuando están en temporada. 

Ahora a mediados de julio todavía las encontraréis en los mercados pero pronto se acabarán así que o me daba prisa por compartir ya la receta o sino iba a quedar un año en borradores esperando la nueva temporada de esta deliciosa fruta. 

La receta que hoy os presento es una tarta conocida como clafoutis de cerezas, la cual es originaria de la antigua región francesa de Limosín, que ocupaba la parte occidental del Macizo Central.
Clafoutis proviene del verbo “clafir” que significa rellenar, en este caso sería rellenar la masa con cerezas.

La masa de la clafoutis se elabora con huevos, harina, mantequilla, leche ó nata (para mi gusto muchísimo mejor nata) y azúcar. Es de consistencia parecida a la de las crepes, es decir, bastante líquida, y se cuaja durante la cocción, de manera que se desaconseja el uso de recipientes desmoldables para hornearla porque se podría derramar parte del líquido durante la cocción. 

Se puede tomar fría y también tibia, y las cerezas aunque mucha gente las deshuesa tradicionalmente se emplean con hueso, porque así la cereza conserva sus jugos y evitamos que la masa se “humedezca”, y también porque según los muy sibaritas al cocer en el horno el hueso, éste le aporta un agradable sabor a la tarta. Respecto a esto último, he de decir que la he hecho varias veces tanto con huesos como sin ellos, pero mi paladar no ha apreciado diferencias sustanciales, salvo en la presentación, dado que el contraste de color entre la masa y las cerezas es más intenso, sino los jugos de las cerezas tiñen de color oscuro la masa y para mi gusto no queda tan bonita, pero bueno, son gustos y cada uno tiene los suyos.

Y ya sin más paso a detallaros la lista de ingredientes:

-80gr. de harina de todo uso
-80gr. de azúcar
-40gr. de azúcar vainillado
-30gr. de mantequilla
-3 huevos
-250gr. de nata 35% M.G.
-cerezas (las necesarias para cubrir la base del molde)
-azúcar glas para espolvorear por encima (opcional)

Preparación:

Si optáis por retirar los huesos de las cerezas esa sería la primera labor a realizar. Si le dejáis el hueso, se le saca el rabito, se lavan bien bajo el grifo, luego se escurren y se cubre con ellas la base del molde, previamente untado con un poco de mantequilla y espolvoreado con harina (la mantequilla y la harina para el molde no figura en la lista de ingredientes)

Lo siguiente es preparar la masa, para ello echamos en un recipiente los huevos, el azúcar normal y el vainillado, la harina, la mantequilla a temperatura ambiente y la nata. Con la batidora batimos bien toda la mezcla, y vertemos sobre las cerezas solo con que las cubra, y luego llevamos al horno, que habremos precalentado a 180º y la dejamos hasta que la masa cuaje y coja un bonito color dorado por encima.

Como veis más fácil de preparar imposible, y el sabor es exquisito. El contraste del dulce de la  masa con el ácido de la fruta es irresistible. Por algo su popularidad traspasó fronteras y hoy es una tarta mundialmente conocida.

Espero que os haya gustado mi receta de hoy, y si es así que os animéis a prepararla. Todavía quedan cerezas pero no os despistéis que pronto se acaban y luego toca esperar todo un año ;)

Un saludo y hasta pronto.

domingo, 11 de noviembre de 2018

Tarta de números de crema pastelera y nata


El pasado 10 de julio cumplió 2 añitos mi primita Mariña, una niña preciosa a la que quiero con locura. Para celebrarlo le preparé una tarta cuya receta os muestro hoy.

Es una tarta de números tan de moda últimamente, y muy facilita, no me he complicado mucho. Para la base utilicé un bizcocho genovés, y para el relleno empleé crema pastelera y nata montada.

Os indico ya los ingredientes y el proceso de elaboración.

Ingredientes:

Para el bizcocho (utilicé el molde de Lekué  de números)
-6 huevos
-200gr. de azúcar
-150gr. de harina

Para la crema pastelera
-500ml. de leche entera
-3 yemas de huevo
-125gr. de azúcar
-40gr. de maizena
-1 vaina de vainilla

Para la nata montada
-500ml. de nata de montar con 35,1% M.G.
-150gr. de azúcar
-2 cucharadas soperas de queso mascarphone (opcional)

Para la decoración
-Flores comestibles, lacasitos, guindas en almíbar, etc.

Preparación:

La víspera preparé el bizcocho, para la cual utilicé la thermomix y seguí los siguientes pasos

1-Introducir la mariposa en las cuchillas y añadir al vaso los huevos y el azúcar. Programar  6min./ 37º/ velocidad 3,5
2-Programar de nuevo el mismo tiempo a la misma velocidad sin temperatura
3- Retiramos la mezcla a un bol e incorporamos la harina tamizada con ayuda de una espátula y con movimientos envolventes, para que no pierda aire.

Para hacer el bizcocho por el método tradicional tenéis que separar las yemas de las claras. Añadimos la mitad del azúcar al recipiente de las yemas y batimos hasta que blanqueen y dupliquen el volumen. A las claras le añadimos la otra mitad del azúcar y las batimos a punto de nieve hasta conseguir un merengue firme (sabemos que están en el punto exacto cuando al poner el cuenco boca abajo no cae el contenido)

Seguidamente vamos añadiendo las claras montadas al cuenco de las yemas, en pequeñas cantidades de cada vez, y con movimientos envolventes. Después con una espátula, añadimos poco a poco la harina previamente tamizada, también con movimientos envolventes para que no pierda aire y no baje.

Una vez preparada la mezcla del bizcocho la echamos en un molde engrasado y enharinado, lo llevamos al horno previamente calentado a 180º con calor abajo los primeros 10 minutos, y luego calor arriba y abajo hasta que esté hecho. Después dejamos enfriar, desmoldamos y reservamos.

La víspera también preparé la crema pastelera, para ello reservamos medio vaso de leche, y la restante la colocamos al fuego junto con la vaina de vainilla cortada por la mitad. Cuando levante el hervor retiramos del fuego y dejamos enfriar para que la leche infusione y coja todo el aroma de la vainilla.

Cuando la leche esté fría, la colamos y luego añadimos el azúcar, removemos y la ponemos de nuevo al fuego (si utilizáis el mismo recipiente de antes tenéis que lavarlo para que la leche no se agarre a las paredes al hervir) Mientras a la leche que teníamos reservada le añadimos las yemas bien batidas y la maizena, mezclamos bien y cuando la leche que tenemos al fuego rompa a hervir bajamos la intensidad del fuego, añadimos esta mezcla y esperamos a que espese sin dejar de batir con unas varillas. Cuando haya espesado retiramos del fuego y cubrimos con papel film para que no se cree una costra por arriba. Dejamos que enfríe, la echamos en una manga pastelera con boquilla redonda y la guardamos en el frigorífico hasta el momento de utilizarla.

Por último nos queda montar la nata, para lo cual os aconsejo que le añadáis dos cucharadas soperas de queso mascarpone, porque no altera su sabor y queda mucho más  firme.

Para montarla echamos la nata y el queso (opcional) en un recipiente muy frío (yo lo pongo unos minutos antes en el congelador) y batimos con unas varillas durante un par de minutos, luego añadimos el azúcar glas poco a poco y continuamos batiendo hasta que esté montada. Después la echamos en una manga pastelera con boquilla redonda y reservamos.

El siguiente paso es rellenar el bizcocho, para ello lo cortamos por la mitad, colocamos una de las mitades en una bandeja sobre blonda decorativa y rellenamos con la crema pastelera, cubrimos con la otra mitad del bizcocho, y cubrimos con la nata montada.

Luego por encima para decorar empleé flores comestibles, grageas de chocolate (lacasitos en mi caso), guindas en almíbar rojas y verdes, y cerezas frescas que por aquel entonces todavía quedaban en el mercado y ese día tenía en casa.

Al final creo que quedó muy bonita, ¿vosotros qué opináis? Lo importante es que gustó mucho.

Deciros que en esta ocasión decidí no bañar el bizcocho en almíbar, porque se la llevé por la mañana y era para tomar por la noche, y como la tenían que guardar en el frigorífico por ser verano y además  tanto la crema pastelera como la nata le aportan humedad al bizcocho, quedó en su punto, ni seco ni demasiado húmedo.

Bueno pues antes de terminar y dado que algunos os interesasteis por mi ausencia, deciros que en esta ocasión no ha sido por nada malo, sino por un cúmulo de cosas pero ninguna de importancia: un viaje relámpago a Londres, obras en la finca, a veces la alergia que padezco que me da un mal día, y luego cierta vaguedad debo reconocer que también hubo, pero a ver si retomo el ritmo de una vez por todas que la Navidad ya está a la vuelta de la esquina.

Gracias a todos los que me seguís. Nos vemos pronto, espero... Hasta entonces sed muy felices.

Un saludo.

sábado, 30 de septiembre de 2017

Tarta tres chocolates


Como prometí en la anterior entrada, hoy vengo con una propuesta dulce: la tarta tres chocolates, una delicia para los amantes del chocolate, entre los que me incluyo.

El secreto de esta tarta está en elegir un chocolate de calidad, porque por lo demás no tiene ninguna dificultad, básicamente solo se trata de mezclar ingredientes y dejar reposar  la mezcla en el frigorífico.
No es precisamente un postre light, pero una porción la podéis tomar sin remordimientos, y teniendo en cuenta que con estas cantidades salen de 10 a 12 porciones, es la tarta ideal para cuando tengáis invitados en casa y queráis preparar un postre rico sin complicaros la vida. Con la ventaja añadida de que se hace el día anterior, de modo que libera carga de trabajo a última hora.

Os dejo ya con la preparación de la receta, por los dos  métodos, el  tradicional y en thermomix

Ingredientes (para un molde redondo de 22cm. de diámetro):

-250 gr. de galletas (tipo digestive)
-70gr. de mantequilla
-200gr. de chocolate blanco
-200gr. de chocolate con leche
-200gr. de chocolate fondant (en torno a un 70% de valor en cacao)
-750ml. de leche entera
-750ml. de nata para montar 35% M.G.
-3sobres de cuajada Royal (yo utilizo 4, uno para cada capa, y el que sobra lo reparto entre las tres capas, porque así queda una tarta con la consistencia ideal para mi gusto)
-40gr. de azúcar (opcional)

Preparación tradicional:

En primer lugar preparamos la base, y para ello trituramos las galletas o bien con un robot de cocina, o sino metiéndolas en una bolsa de plástico limpia y aplastándolas con un rodillo, después las echamos en un cuenco y añadimos la mantequilla derretida, mezclamos bien, y luego echamos esta mezcla en el molde, cuya base habremos cubierto con papel de aluminio, extendiéndola bien y presionando con el dorso de una cuchara hasta que quede una lámina compacta, luego reservamos en el frigorífico mientras continuamos con la elaboración de la tarta.

Una vez hecha la base, preparamos la primera capa de chocolate, en mi caso la de chocolate blanco, para lo cual disolvemos 1 sobre de cuajada en 100ml de leche, reservamos y a continuación vertemos 250ml de nata y 150ml de leche en un cazo, lo ponemos al fuego y cuando esté caliente añadimos el chocolate blanco troceado, removemos hasta que se disuelva y seguidamente añadimos la mezcla de cuajada y leche que teníamos reservada, continuamos removiendo hasta que empiece a hervir.

Después echamos la mezcla en el molde, vertiéndola muy despacito pues hay para evitar que caiga de golpe y rompa la base de galletas, para ello os podéis ayudar del dorso de una cuchara, o bien directamente pero muy poco a poco. Reservamos en la parte baja del frigorífico, mientras elaboramos la siguiente capa.

Para la segunda capa, disolvemos 1 sobre de cuajada en 100ml de leche, reservamos y a continuación vertemos 250ml de nata y 150ml de leche en un cazo, lo ponemos al fuego y cuando esté caliente añadimos el chocolate con leche troceado. Cuando el chocolate se haya disuelto en la mezcla, echamos la cuajada que habíamos disuelto en leche, y seguimos removiendo hasta que empiece a hervir.

A continuación sacamos el molde del frigorífico y con la ayuda de un tenedor rallamos la capa de chocolate blanco (esto se hace para que las dos capas se adhieran una a otra y a la hora de desmoldar la tarta o de cortarla no se deslice una sobre la otra) y echamos la mezcla del cazo encima, muy lentamente, evitando que caiga de golpe. Después dejamos de nuevo en el frigorífico y mientras preparamos la  última capa.

Para la preparación de la capa de chocolate fondat, disolvemos 1 sobre de cuajada en 100ml de leche, reservamos y a continuación vertemos 250ml de nata y 150ml de leche en un cazo, lo ponemos al fuego y cuando esté caliente añadimos 40gr de azúcar y el chocolate fondnt troceado. Una vez disuelto el azúcar y el chocolate añadimos la mezcla de leche y cuajada, y removemos constantemente hasta que comience a hervir.

Seguidamente sacamos el molde del frigorífico, rallamos con un tenedor la capa de chocolate con leche, y después vertemos encima muy suavemente la mezcla de chocolate fondant.

Por último la llevamos de nuevo al frigorífico y la dejamos al menos 6 horas (yo suelo dejarla de un día para otro). Finalmente  solo nos resta desmoldarla y decorar al gusto.

Preparación en thermomix:       
                                              
1-Echar las galletas en el vaso y triturar 15seg. /velocidad 8
2-Con la espátula bajar las galletas hasta el fondo, añadir la mantequilla y mezclar 3 min./50º/velocidad 3. Verter la mezcla en el molde, extendiéndola y presionando con el dorso de una cuchara para que quede una lámina bien compacta y reservamos en el frigorífico.
3-Cortamos el chocolate blanco en trozos pequeños y lo añadimos al vaso. Añadimos también 250ml de nata, 250ml de leche y 1 sobre de cuajada y programamos 7min./90º/velocidad 5. A continuación vertemos la mezcla en el molde dejándola caer sobre el dorso de una cuchara para que caiga lo más suavemente posible y evitar que se rompa la base de galletas. Reservamos en el frigorífico
4-Cortamos en trozos pequeños el chocolate con leche y lo añadimos al vaso de la thermomix junto con 250ml de nata, 250ml de leche y 1 sobre de cuajada y programamos 7min./90º/velocidad 5. A continuación retiramos el molde del frigorífico y con la punta de un tenedor rallamos la superficie de la primera capa para que se unan bien. Después añadimos la mezcla de chocolate con leche, y volvemos a reservar en el frigorífico.
5-Echamos en el vaso el chocolate fondant cortado en trozos pequeños, 40gr de azúcar, los restantes 250ml de nata y 250ml de leche y1 sobre de cuajada programando de nuevo 7min./90º/velocidad 5.

Rallamos la superficie de la segunda capa con la punta de un tenedor, añadimos la mezcla que tenemos en el vaso y dejamos reposar en el frigorífico al menos 6 horas antes de desmoldar. Por último desmoldamos la tarta y decoramos al gusto.

Aquí os dejo la foto de una tarta tres chocolates que preparé hace poco para un cumpleaños. Como podéis observar, la decoración final la hice con fideos de chocolate y fondant


Esta ha sido mi propuesta de hoy, espero que haya sido de vuestro agrado. En unos días nos vemos de nuevo. Mientras os deseo como siempre que seáis muy felices.

Un saludo