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sábado, 28 de julio de 2018

Buñuelos de bacalao


El 15 de julio del 2015 escribí la primera entrada en este blog..., parece que fue ayer y ya han pasado tres años, y aunque por diversos motivos últimamente he sido bastante inconstante en las publicaciones, os puedo asegurar que la ilusión por compartir y aprender a través de este medio no ha decaído ni un ápice. Por otra parte la lista de recetas pendientes de publicar no hace sino aumentar, a veces pienso que aunque tuviera dos vidas no sería suficiente para abarcarlas todas, sobre todo al ritmo que voy últimamente ;)

Lo cierto es que ahora que muchos de mis compañeros cierran sus cocinas por vacaciones, en mi caso superados los recientes contratiempos, me apetece más que nunca seguir en activo, así que hoy he elegido una receta muy apropiada para esta época del año en la que no apetece complicarse en la cocina con recetas muy elaboradas. Os hablo de los buñuelos de bacalao,  que son muy fáciles de preparar y en un santiamén tenemos un entrante riquísimo que hará las delicias de los comensales, sobre todo si van acompañados de una cañita bien fresquita, ¿no os parece?

Pues os dejo la receta para que veáis cómo los preparo yo y si os animáis los podáis hacer vosotros también en casa. El resultado os va a sorprender, quedan  unos buñuelos crujientes por fuera y jugosos por dentro, y sobre todo muy ligeros pues apenas absorben aceite.

Para prepararlos necesitaréis los siguientes ingredientes:

-280gr. de bacalao desalado
-150ml. de leche
-120gr. de patatas hervidas
-75gr. de harina de todo uso
-1 huevo mediano
-1 diente de ajo
-1 ramillete pequeño de perejil
-1 cucharadita de levadura en polvo
-aceite de oliva suave para freír los buñuelos

Preparación Tradicional:

En un cuenco batimos el huevo, luego le añadimos la leche, y después la harina, el perejil bien picado y el ajo pasado por un prensaajos,  mezclamos bien todo con un una espátula y a continuación añadimos el bacalao desmigado lo más finamente posible, la patata cocida (una vez que haya enfriado) triturada con un tenedor, la levadura y una pizca de sal si vemos que lo necesita. Para saberlo es mejor esperar a freír un buñuelo, probar y en función de cómo esté valorar si es necesario añadir algo de sal a la mezcla o no. 

Después de preparar la masa de los buñuelos a mí me gusta dejarla reposar como mínimo un par de horas en la nevera, se asientan mejor los sabores y a mi juicio están más ricos. Lo ideal incluso sería preparar la mezcla la noche anterior y luego al día siguiente freírlos, pues cuánto más fría está la masa, al entrar en contacto con el aceite caliente, se forma una costra en la superficie que impide que los bunuelos absorban aceite, y por otra parte al morderlos se nota un contraste de texturas, entre la superficie crujiente y el interior suave y esponjoso... ¡una delicia!

Para freírlos echamos abundante aceite de oliva suave en un cazo o sartén honda, y una vez que esté caliente vamos echando pequeñas porciones de la mezcla con ayuda de dos cucharas soperas. Cuando estén dorados por un lado le damos la vuelta para freírlos por el otro, y luego pasamos a una fuente sobre papel absorbente. Cuando terminemos emplatamos y servimos a la mesa.

Preparación en Thermomix:

Para preparar estos ricos buñuelos en la thermomix debéis seguir los siguientes pasos:

1-Ponemos en el vaso el ramillete de perejil y programamos 10 segundos/velocidad 5 y después con la espátula bajamos los restos hacia el fondo del vaso.
2-Añadimos el ajo cortado por la mitad sin el germen central y programamos de nuevo 10 segundos/velocidad 5. Después bajamos nuevamente los restos hacia el fondo del vaso.
3-Seguidamente añadimos el bacalao desmigado y sin espinas y programamos 30 segundos/velocidad 5. Luego bajamos los restos al fondo
4-Después añadimos los restantes ingredientes: leche, huevo, harina, levadura, y patatas cocidas  y programamos 50 segundos a velocidad 3
5-Retiramos la mezcla del vaso y dejamos reposar al menos dos horas.

A partir de aquí el proceso de fritura es el mismo que por el método tradicional.

Con esto termino la receta de hoy, y en otro orden de cosas, como ya sabéis los que me seguís, mi madre estuvo unos días hospitalizada el pasado mes de junio, y ese fue, entre otros, el motivo de mi ausencia. Desde principios de este mes de julio, que ya está tocando a su fin,  estamos en casita, y ella afortunadamente está muy bien, y yo por supuesto súper feliz. Desde aquí os doy las gracias de corazón a todos los que por un medio u otro os interesasteis por su estado.

Antes de finalizar desearos también a los que iniciáis estos días las vacaciones que disfrutéis mucho, y a los que os toca volver a la rutina, mucho ánimo. Pensad que ya queda menos para las próximas ;)
Nos vemos dentro de unos días, para entonces yo seré algo más mayor, pues el próximo lunes día 30 estoy de cumpleaños. Seguro que algo preparo para festejar ese día, lo cual se traducirá antes o después en una nueva entrada en este blog ;) 

Hasta pronto ¡Sed muy felices!

lunes, 13 de marzo de 2017

Buñuelos de Calabaza (Bunyols de Carabassa)


Estamos casi a mediados de marzo, la primavera ya está a la vuelta de la esquina, y los valencianos están inmersos en sus fiestas, con su mascletà diaria que tiene lugar todos los días desde el 1 al 19 de marzo, día grande en el que concluyen los actos festivos con la cremá de los monumentos falleros.

Desde el punto de vista gastronómico, si con algo asociamos la fiesta de las fallas valencianas es con los bunyols de carabassa (buñuelos de calabaza). Lo típico es acompañarlos de un buen tazón de chocolate caliente, aunque solos están igual de ricos, tanto que es imposible comer solo uno y parar.

En Valencia, los buñuelos de calabaza no solo los encontraréis durante las fiestas de las fallas, sino que hay establecimientos, denominados buñolerías, que los preparan a lo largo de todo el año.

Si os apetece probar esta delicia sin necesidad de tener que viajar a Valencia, os dejo la receta a continuación, para que la hagáis en vuestra casa, pues no tiene la más mínima dificultad.

En ocasiones para hacer estos buñuelos utilizo una rosquillera de plástico (os la muestro en la foto de abajo, la mía es de la marca Ibili), porque estos buñuelos llevan un agujero en el centro, que las personas que tienen práctica lo realizan con las manos, cogiendo un poco de masa con la mano izquierda, luego aprietan el puño, y el montículo de masa que asoma, lo recogen con la otra mano previamente mojada en agua, y luego presionando el dedo índice contra el pulgar, realizan el agujero y acto seguido dejan caer el buñuelo en el aceite. Así explicado parece muy complicado, pero si vierais con qué rapidez lo hacen pareciera que estas personas están dotadas de un don innato. Realmente solo es cuestión de práctica, pero como yo no la tengo, y además no me gusta nada la idea de embadurnarme las manos, utilizo la rosquillera, así aparte de no ensuciar las manos, queda un agujero perfecto y similar en todos los buñuelos, además sin ningún esfuerzo.


De todos modos también se pueden hacer sin agujero (como los de la primera foto) echando porciones de masa en el aceite caliente, con ayuda de dos cucharas, pero tienen que ser porciones pequeñas para que al freír se hagan bien por dentro, y no quede la masa cruda en el interior.

Paso ya a detallaros lo que necesitáis para hacer estos deliciosos buñuelos

Ingredientes:

-500gr de pulpa de calabaza asada
-25gr de levadura prensada de panadería (la mía de Levanova)
-300gr de harina de fuerza (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-250gr de leche entera (la mía de Feiraco)
-1 pizca de sal 
-aceite de girasol o de oliva suave para freír (el mío de Aceites Abril)
-azúcar para espolvorear por encima 

Preparación:

En primer lugar hay que asar la calabaza. Yo en esta ocasión he utilizado una calabaza cacahuete(cucurbita moschata) y primero hay que lavarla bien bajo el grifo de agua fría, luego la cortamos en rodajas un poco gruesas y las ponemos en la bandeja del horno, a 180º con calor arriba y abajo, y dejamos que se ase por espacio de una hora aproximadamente. Cuando veamos que ya está asada, la retiramos a una fuente, y una vez fría le sacamos la cáscara y las semillas, y apartamos 500gr de pulpa, la cual reducimos a puré aplastándola con un tenedor.

Una vez asada la calabaza el siguiente paso es preparar la masa de los buñuelos, para ello templamos la leche (ojo, tiene que estar tibia, no sirve caliente) y diluimos en ella la levadura.

Aparte en un bol grade mezclamos la harina, la levadura diluida en la leche, agregamos una pica de sal, y amasamos hasta que obtengamos una mezcla homogénea. Por último añadimos el puré de calabaza asada y mezclamos bien hasta conseguir una masa homogénea. El resultado final será una masa de color anaranjado, y de poca consistencia. Dicho en otras palabras, os quedará una masa imposible de manejar con las manos, pero no os preocupéis, es así como tiene que quedar. Cuando estén bien mezclados todos los ingredientes, tapamos el bol con un paño de cocina, y lo dejamos reposar en un lugar templado, alejado de corrientes de aire, durante al menos 1 hora para que leve.

Una vez que la masa ha levado, ponemos al fuego una sartén honda, echamos abundante aceite en ella, y mientras se va calentando llenamos la rosquillera de masa. Cuando veamos que el aceite está bien caliente pero sin llegar a humear, vamos echando los buñuelos, dorándolos primero por un lado y luego por el otro, y después los retiramos a un plato sobre papel absorbente, y cuando hayamos terminado con todos, los rebozamos en azúcar y los pasamos a una fuente de servir.

Si no tenéis rosquillera los podéis hacer también con la ayuda de dos cucharas, cogiendo pequeñas porciones de masa y echándolas en el aceite. Los doramos primero por un lado y luego por el otro. Cuando estén hechos, escurrimos bien y retiramos a una fuente sobre papel absorbente, y después una vez que tengamos todos los buñuelos hechos, los pasamos por azúcar, y servimos.

Estos buñuelos por sí solos están absolutamente deliciosos, pero con un chocolate caliente como acompañamiento todavía saben mejor si cabe. 

Nada más por hoy, a los que sois de Valencia desearos que disfrutéis mucho de las fiestas, y los demás, os animo a que probéis a hacer estos ricos buñuelos en casa, veréis cómo os van a encantar.

Nos vemos en unos días. Os espero!!!

sábado, 5 de noviembre de 2016

Buñuelos de viento


Los que me seguís ya sabéis que dispongo de poco tiempo libre, y por ello últimamente suelo publicar contenido los fines de semana que es cuando estoy menos ocupada, aun así el pasado fin de semana y pese a hacer puente y quedarme en casa, me pudo la pereza y me permití un descanso. Eso sí, he aprovechado para cocinar, porque eso a mí me relaja mucho. En esos cuatro días, entre otras cosas, hice la receta que hoy os traigo: los buñuelos de viento.

Ya sabéis que éstos son muy típicos del día de Todos los Santos, y esa fecha este año ya ha pasado, pero en cualquier caso os dejo la receta porque están riquísimos y se pueden comer en cualquier época del año, de hecho también son típicos del día de San José y de Cuaresma. En Madrid, por ejemplo, hay pastelerías que los tienen a la venta durante todo el año.

En esta ocasión los he rellenado de nata, porque tenía un envase en el frigorífico y se acercaba la fecha de caducidad, pero también están muy ricos rellenos de crema pastelera, e incluso sin ningún relleno, están exquisitos.

Os dejo la receta.

Ingredientes (para unos 30 buñuelos):

-300ml. de agua
-150ml. de leche
-50gr. de azúcar
-50gr. de manequilla
-5gr. de sal
-300gr. de harina
-10gr. de levadura Royal
-5 huevos (este dato es aproximado, en esta ocasión necesité 5 pero eso puede variar ligeramente)
-aceite de oliva suave o de girasol para freír

Para decorar:
-Azúcar al gusto
-Canela molida

Para el relleno:
-Crema pastelera o nata montada

Preparación:

En primer lugar tamizamos la harina, la mezclamos con la levadura y reservamos. Aparte vertemos el agua y la leche en un cazo, añadimos la mantequilla, la sal y el azúcar y llevamos al fuego hasta que empiece a hervir removiendo de vez en cuando con una cucharada de madera. Después retiramos del fuego y añadimos la harina junto con la levadura de una sola vez, y removemos con la cuchara de madera hasta que la masa se despegue de las paredes y se forme una bola. Al principio parece un engrudo, pero poco a poco el calor hará que se desintegren todos los grumos y la masa vaya tomado forma. Si vemos que pierde calor, ponemos el cazo al fuego y lo retiramos alternativamente, durante el proceso. Cuando hayamos obtenido una bola compacta, retiramos definitivamente del fuego y esperamos a que la masa esté tibia antes de añadir los huevos.

Luego viene el paso más importante, y es que los huevos hay que añadirlos de uno en uno, y no se puede incorporar el siguiente mientras el anterior no esté totalmente integrado. La cantidad de huevos que os pongo en la lista de ingredientes es orientativa, pues solo sabremos que la masa está lista y no necesita añadirse más huevos, cuando al levantar la cuchara la masa cae formando lo que se conoce como “pico de pato”. Después de añadir los huevos, la masa tendrá un aspecto brillante, y aunque sigue siendo espesa, será ya mucho más cremosa.

Cuando tengamos la masa lista, tapamos el cazo con un paño de cocina y la dejamos reposar durante media hora.

Por último echamos abundante aceite en una sartén, lo llevamos al fuego, y cuando caliente (aunque no demasiado porque sino los buñuelos se doran por fuera pero quedan crudos por dentro) vamos echando pequeñas porciones de masa ayudándonos de dos cucharas. Veréis que crecen en la sartén y que ellos solos se dan la vuelta, eso es señal de que todo va bien. Después cuando veamos que están dorados uniformemente, y cocidos por dentro, los escurrimos y los llevamos a un plato sobre papel absorbente. Así hasta terminar con toda la masa. Por último echamos azúcar y un poco de canela molida en un plato, mezclamos y rebozamos los buñuelos de uno en uno.

Finalmente los rellenamos, para lo cual tienen que estar totalmente fríos, y con la ayuda de una tijera o un cuchillo, le hacemos un pequeño agujero y rellenamos con crema pastelera o con nata montada como hice yo en esta ocasión.